Tigres sigue de capa caída, ligó su tercera derrota consecutiva en Liga al caer 3-2 en el Nemesio Diez ante Toluca, además, sembró más dudas sobre su clasificación y de cara a los Cuartos de Final de la “Concachampions”.
El equipo de Marco Antonio Ruiz sufrió la altura y aunque inició con buenas acciones, se puso cuesta arriba el duelo con una expulsión de Luis Quiñones y sufrió la contundencia de los Diablos.
Desde el minuto 24 todo se empezó a complicar para los felinos, con una amarilla para Quiñones por una falta en ofensiva, apenas cuatro minutos después, Toluca capitalizó una de las tantas llegadas por derecha, donde Maxi Araujo se llevó a Javier Aquino, mandó la diagonal y aunque Igor Lichnovsky intentó sacar el esférico, lo mandó al fondo de la red.
Con la desventaja, un minuto después Luis Quiñones reclamó al árbitro por un jalón de Brian García que le rompió la camisa, sin embargo, se pasó en sus gritos y, con corte de manga incluido al central, se fue expulsado.
Esto marcó el rumbo del partido, con unos Tigres sofocados en la altura, intentando, pero Gignac sin contundencia y los Diablos encontrando una avenida por la lateral de Aquino.
En el tiempo agregado, Carlos González aplicó la “Ley del ex” y se hizo presente en el marcador con un remate de cabeza a contrapié de Nahuel Guzmán antes de irse al descanso.
“Chima” hizo cambios, metió a Diego Lainez, Juan Pablo Vigón, Jesús Garza y Sebastián Córdova por Nicolás Ibáñez, Rafael Carioca, Javier Aquino y Raymundo Fulgencio, sin embargo, aunque generó un poco más, tardó en carburar.
La desesperación y el poco orden de Tigres se notó en el tercer gol choricero, pues al 68′, González aprovechó una mala cobertura de Samir Caetano, quien intentó dar hacia atrás el balón con la cabeza, Nahuel estaba adelantado y “Charli” se avivó para mandarla al fondo.
Córdova fue quien más intentó para los felinos y en una jugada por izquierda dio a Vigón, quien centró y Gignac encontró el esférico para el gol felino, que fue revisado en el VAR y acreditado para darle un envión anímico a los auriazules.
El final se puso cardiaco: una mano de Andrés Mosquera en el área, al 89′ y tras consultar el VAR, se marcó un penal para los visitantes, quienes, con un Nico López que recién había entrado a la cancha, se acercaron en el marcador y le metieron emoción a los minutos finales.
Aunque habían agregado seis minutos, Tigres ya no tuvo opciones claras y Nahuel incluso salvó un disparo de Leo Fernández.
Al final, aunque el resultado se hizo más decoroso con los tantos de Gignac y “Diente”, el mal funcionamiento y desorden auriazul terminó por pesar, justo antes de enfrentar a Motagua el miércoles en Honduras.