Por Néstor J. Hurtado Vera
Arrancaron formalmente las campañas políticas para elegir al próximo Gobernador de Coahuila, asimismo para renovar a las y los diputados que integrarán la LXIII Legislatura del Congreso del Estado.
Normalmente, los inicios de los tiempos de proselitismo suelen ser aburridos, casi siempre después de los primeros 30 días es cuando se tornan interesantes por diversos factores, como por ejemplo las encuestas, los discursos, las propuestas o los señalamientos hacia los demás candidatos.
En esta ocasión, a mi consideración arrancó distinto a procesos anteriores, ya que se han visto eventos con fuerza, discursos sólidos e incluso propuestas que, de ser cumplidas, pueden abonar positivamente a mejorar aspectos torales en la vida de las y los coahuilenses.
Manolo Jiménez, candidato del PRI-PAN-PRD arrancó con eventos muy concurridos en la región centro y sureste, pero al arrancar en Saltillo, mandó el mensaje de que la capital seguirá siendo su bastión política y desde ahí se comprometió a enfocarse en la seguridad y en el entorno económico; en sencillas palabras seguiría con el buen trabajo del Gobernador Miguel Riquelme.
Armando Guadiana, candidato de MORENA arrancó en Torreón, también, con un evento con poder de convocatoria, prácticamente agradeció a la región laguna que en elecciones pasadas, es donde mejor le ha ido en proporción con otras partes de Coahuila, desde ahí con una lógica de impulsar los programas sociales, como el Gobierno Federal, prometió becas universales a universitarios. Asimismo, dijo que la salud será su prioridad en el caso de lograr el triunfo.
Con relación a los candidatos de PT y UDC, Ricardo Mejía y Lenin Pérez, respectivamente, arrancaron con eventos muy pequeños, pero a la vez simbólicos; lamentablemente no hubo propuestas claras y de manera muy general coincidieron en prometer «cambiar o rescatar a Coahuila», sin decir cómo o bajo cuál estrategia.
No quiero sonar adelantado pero, aunque la mayoría de las encuestas, dan una ventaja considerable al candidato priísta, al menos en cuestión mediática, de organización y de propuestas, queda claro que la campaña se centrará en dos actores; Manolo Jiménez y Armando Guadiana, quienes dicho sea de paso, son los que mayor nivel de conocimiento tienen en la población.
Al igual que la mayoría de los coahuilenses, hago un exhorto a los señores candidatos para que comuniquen de la mejor manera, que tengan propuestas serias, aterrizadas y en un debate informado, expliquen cómo lograrían cada uno de sus compromisos.
Coahuila exige seriedad, merece más propuestas y menos grillas. Comprendemos que al calor de la contienda habrá señalamientos, de hecho, hasta pueden resultar sanos a nuestra democracia, pero no nos distraigamos y busquemos en todo momento que exista un ambiente de civilidad y de debate razonado.
Finalmente, mi recomendación es que siga a todos los candidatos, involúcrese, escuche y lea todas las propuestas, valore y en su momento decida, si lo hace; quién ganará será Coahuila.