Alexis Massieu
Separados tras la audiencia inicial, cuando uno quedó detenido y el otro en libertad, Juan padre, y Juan José hijo, se reencontraron ayer al interior del penal de Saltillo, ya que el segundo, aprovechando que andaba en la calle, se metió a asaltar una farmacia, y a punto de arrancar la segunda audiencia por la agresión a un policía municipal, justo cuando no lo veían llegar, al juez le avisaron que lo habían vuelto a detener, pero por otro delito.
Fue de manera virtual, que Juan, y Juan José Ricardo “N”, comparecieron por segunda vez ante el juez penal que está a cargo de la causa 417/2023, donde al primero se le acusa del delito de violencia contra integrantes de seguridad pública, por golpear a un oficial con un martillo, y al segundo por la portación de un cuchillo.
En la primera audiencia celebrada la semana pasada, el Ministerio Público, se había hecho cargo de la acusación, diciendo: que el pasado 4 de abril, tras perseguir a Juan hijo, hasta su casa en la colonia Praderas del Sur, con motivo de unos insultos, del domicilio salió su papá llevando un martillo en la mano, con el cual agredió a uno de los uniformados, identificado como Yoshua “N”.
Debido a que la agresión que presuntamente cometió Juan padre, implicaba prisión preventiva de oficio, y que por el contrario, la portación de un cuchillo no, el mayor de los imputados fue enviado a la cárcel y a su hijo lo dejaron en libertad, con la obligación de presentarse voluntariamente a la segunda audiencia.
Eran las 12:30 horas, cuando a la audiencia que era virtual, se conectaron todos los involucrados, el juez, el ministerio público, el abogado defensor y Juan padre, pero no así, Juan hijo, del cual no se sabía dónde andaba, hasta que se le informó al juzgador que estaba por llegar al penal de Saltillo, y que era cuestión de esperar unos minutos.
En la pantalla, junto a su papá, apareció Juan José Ricardo, dándose inició a la audiencia, en la que pese a alegar la defensa, que las lesiones que tenía en la cabeza el policía, consistentes en moretones o hematomas, no se correspondían con el golpe de un martillo, que dejaría por lógica heridas más graves, el juez consideró que la razón la tenía el agente de la Fiscalía.
En consecuencia, el juzgador decidió que, dados los testimonios, y el resto de las evidencias, era probable que Juan padre y Juan hijo, hubieran cometido los delitos de que se les acusa, y les dictó un auto de vinculación a proceso, concediendo a su abogado un plazo de 2 meses para buscar pruebas de su inocencia.
Pese a que, en ese juicio, solamente estaba decretada la prisión preventiva para Juan padre, Juan hijo también se quedó en el penal de Saltillo, donde ambos permanecerán hasta que se demuestre que son inocentes, o reparen el daño causado a los afectados.