MONTERREY, NL.-Al consagrar y bendecir ayer el crisma, aceites y óleos durante la Misa Crismal, el Arzobispo Rogelio Cabrera López brindó a sacerdotes, Obispos auxiliares y fieles un mensaje sobre el amor, la libertad y la esperanza.
“Hermanas y hermanos, fieles laicos: Sean libres, libres en Cristo, que nada ni nadie los someta ni los esclavice, que el demonio no tenga poder sobre ustedes”, señaló el presbítero durante la homilía de la celebración del Miércoles Santo.
“Hermanos sacerdotes, hermanos obispos: Somos libres, libres para amar, libres para servir. Que nada ni nadie nos aparte del amor de Cristo”.
Ante una Basílica de Guadalupe llena a su capacidad, el líder de la comunidad católica local realizó la consagración del Santo Crisma, aceites aromáticos que usan los sacerdotes en el bautizo, la confirmación, la ordenación y la unción de los enfermos.
“Hoy celebramos en nuestra Arquidiócesis la misa de consagración del santo crisma y los óleos de catecúmenos y enfermos. Ellos son un gran signo de alegría, pues nos muestran el amor de Dios que se manifiesta en la unción”, escribió Cabrera López en sus redes sociales antes de la ceremonia en el templo guadalupano.
“Tuvimos un retiro sacerdotal en la Parroquia San Felipe de Jesús, donde nos preparamos para la renovación de nuestras promesas sacerdotales. ¡Gracias, Señor, por llamarnos y concedernos el don de tu sacerdocio!”.
‘LLAMADOS A LA GLORIA’
Durante la homilía, Cabrera López recordó a los fieles que todas y todos son merecedoras de amor, y que una persona que atraviesa por una enfermedad no está siendo castigada por Dios.
“Se dice que el que está enfermo, vive en una lucha. Hay una voz que te dice que estás enfermo porque lo mereces, estás enfermo porque Dios te castiga. No hay peor mentira que ésa”, indicó el Arzobispo regiomontano.
“La enfermedad te recuerda que eres débil, pero que estás llamado a la gloria del cielo, que pasas por un momento difícil, por un valle de lágrimas, pero que detrás de la enfermedad, hay esperanza, hay aurora, hay vida”.
Al señalar que los óleos son sinónimo de libertad, Cabrera López pidió a los presbíteros seguir siempre el llamado del Mesías.
“El Señor nos envía a hacer libre a la gente, a liberarla, liberarla de la ceguera, de la sordera, de la parálisis”, expresó el prelado.
“Un pueblo que puede oír, que puede estar seguro de que Dios le ama, que lo que oye siempre es: ‘Dios te ama'”.
En la Misa Crismal participaron sacerdotes de la Arquidiócesis de Monterrey, quienes, como cada año, renovaron sus votos sacerdotales.
AMIGOS DE JESÚS
El Martes Santo, Cabrera López lo celebró en la Parroquia de San Nicolás de Bari, en Escobedo.
“Me dio gusto saludar a su comunidad y recordar junto a ellos que todos somos amigos de Jesús, que compartimos la misma mesa y estamos llamados a serle fieles”, dijo en sus redes.
“Damos gracias a Dios por permitirnos vivir junto a su Hijo estos días santos. Pidámosle con fe saber ser sus amigos y tratar de no fallarle”.