Oscar Ballesteros
Hasta la entrada de Castaños, en sus límites con Monclova, fue que resultó la afectación del bloqueo en la Carretera 57 por parte de los trabajadores de Altos Hornos. Cerca del kilómetro 69 centenares de automovilistas particulares, transportes y vehículos de trabajo tuvieron que frenar su marcha hacia su destino.
Los carriles de ambos sentidos permanecieron detenidos por horas, lo que obligó a los conductores a tomar medidas para lograr salir del embotellamiento; en los límites de los municipios Monclova-Castaños, el carril de sur a norte se veía más liberado, por lo que empezó a ser la vía de salida de los vehículos que se dirigían hacia el sur.
El camellón fue brincado por muchos automóviles, pues era la alternativa a no esperar más tiempo en que los obreros decidieran levantar su protesta. Otros no tan afortunados que se encontraban en algún camión de transporte, decidieron descender de la unidad, ya que, caminar les resultó más ágil a seguir dentro del conglomerado de autos.
Del otro lado, más adentrado hacia Castaños fue que se visualizaron a los primeros transeúntes que evitaron a pie la situación y posteriormente, elementos de las corporaciones estatales de seguridad, así como otros vehículos particulares decidieron auxiliar a los caminantes y trasladarlos fuera del alcance de la manifestación.
Conforme pasaba el tiempo, mismos trabajadores de la siderúrgica comentaban a los desesperados conductores que desconocían cuánto más duraría el paro; las autoridades, en busca de alivio se acercaban a unos pocos para comentarles acerca de algunas brechas que podrían ser un camino para seguir con sus trayectos.
Los últimos en seguir dentro del embotellamiento, por no tener opción, fueron los vehículos de las empresas quienes de manera obligada y sin sitio a donde regresar, debían llegar a su destino; y a quienes de lejos veían los hechos, retornaban metros antes, entendiendo que no tendrían oportunidad de cruzar.