(CNN) — Todos nos sabemos la rutina de memoria: «Por favor, asegúrense de que sus asientos están en posición vertical, las bandejas recogidas, las persianas arriba, las computadoras portátiles en los compartimentos superiores y los dispositivos electrónicos en modo avión».
Las cuatro primeras peticiones son razonables, ¿no? Las persianas deben estar subidas para que podamos ver si hay una emergencia, como un incendio. Las bandejas deben estar recogidas y los asientos en posición vertical para poder salir rápidamente de la fila. Las computadoras pueden convertirse en proyectiles en caso de emergencia, ya que los bolsillos traseros de los asientos no son lo bastante resistentes para contenerlas.
Y los teléfonos móviles deben ponerse en modo avión para que no puedan causar una emergencia, ¿verdad? Bueno, depende de a quién le preguntes.
La tecnología avanzó mucho
La navegación y las comunicaciones aéreas dependen de los servicios de radio, que se coordinan para minimizar las interferencias desde la década de 1920.
La tecnología digital que se utiliza actualmente es mucho más avanzada que algunas de las antiguas tecnologías analógicas que utilizábamos incluso hace 60 años. Las investigaciones han demostrado que los dispositivos electrónicos personales pueden emitir una señal dentro de la misma banda de frecuencias que los sistemas de comunicaciones y navegación del avión, creando lo que se conoce como interferencias electromagnéticas.
Pero en 1992, la Administración Federal de Aviación de EE.UU. (FAA, por sus siglas en inglés) y Boeing, en un estudio independiente, investigaron el uso de dispositivos electrónicos en las interferencias de los aviones y no encontraron problemas con las computadoras u otros dispositivos electrónicos personales durante las fases no críticas del vuelo. (Los despegues y aterrizajes se consideran las fases críticas).
La Comisión Federal de Comunicaciones de EE.UU. (FCC, por sus siglas en inglés) también empezó a crear anchos de banda de frecuencias reservados para distintos usos, como la telefonía móvil y la navegación y las comunicaciones aéreas, para que no se interfirieran entre sí. Los gobiernos de todo el mundo desarrollaron las mismas estrategias y políticas para evitar problemas de interferencias con la aviación. En la Unión Europea, los dispositivos electrónicos pueden permanecer encendidos desde 2014.
2.200 millones de pasajeros
Entonces, ¿por qué, con estas normas mundiales en vigor, la industria de la aviación sigue prohibiendo el uso de teléfonos celulares a bordo? Uno de los problemas radica en algo que quizá no te esperes: las interferencias en tierra.
Las redes inalámbricas están conectadas por una serie de torres; las redes podrían sobrecargarse si todos los pasajeros que vuelan sobre estas redes terrestres utilizan sus teléfonos. En 2021 volaron más de 2.200 millones de pasajeros, y eso es apenas la mitad de pasajeros que en 2019. Las compañías inalámbricas podrían tener un punto aquí.
Por supuesto, cuando se trata de redes móviles, el mayor cambio de los últimos años es el paso a un nuevo estándar. Las actuales redes inalámbricas 5G, deseables por su mayor velocidad de transferencia de datos, han causado preocupación a muchos dentro de la industria de la aviación.
El ancho de banda de radiofrecuencia es limitado y, sin embargo, seguimos intentando añadirle más dispositivos nuevos. La industria de la aviación señala que el espectro de ancho de banda de la red inalámbrica 5G está notablemente cerca del espectro de ancho de banda reservado a la aviación, lo que puede causar interferencias con los sistemas de navegación cercanos a los aeropuertos que ayudan al aterrizaje de las aeronaves.
Los operadores aeroportuarios de Australia y Estados Unidos han expresado su preocupación por la seguridad de la aviación en relación con el despliegue de la 5G, aunque parece que en la Unión Europea se ha desplegado sin problemas. En cualquier caso, es prudente limitar el uso del teléfono en los aviones mientras se resuelven los problemas relacionados con el 5G.
Por último, no podemos olvidarnos de la “furia aérea”
La mayoría de las aerolíneas ofrecen ahora a sus clientes servicios Wi-Fi de pago o gratuitos. Con las nuevas tecnologías Wi-Fi, los pasajeros podrían teóricamente utilizar sus teléfonos para hacer videollamadas con amigos o clientes durante el vuelo.
En un vuelo reciente, hablé con una auxiliar de vuelo y le pregunté su opinión sobre el uso del teléfono durante los vuelos. Ella dijo que sería un inconveniente para la tripulación de cabina esperar a que los pasajeros terminaran su llamada para preguntarles si querían bebidas o algo de comer. En un avión con más de 200 pasajeros, el servicio a bordo tardaría más en completarse si todo el mundo estuviera hablando por teléfono.
Para mí, el problema del uso del teléfono durante el vuelo tiene que ver más con la experiencia social que supone tener a más de 200 personas en un avión y que todos puedan estar hablando a la vez. En una época en la que son cada vez más frecuentes los comportamientos perturbadores de los pasajeros, incluida la «furia aérea», el uso del teléfono durante el vuelo puede ser otro detonante que cambie por completo la experiencia del vuelo.
Los comportamientos perturbadores adoptan diversas formas, desde el incumplimiento de los requisitos de seguridad, como no llevar puesto el cinturón de seguridad, pasando por altercados verbales con otros pasajeros y la tripulación de cabina, hasta altercados físicos con los pasajeros y la tripulación de cabina, que suelen identificarse como «furia aérea».
En conclusión, el uso del teléfono durante el vuelo no afecta actualmente a la capacidad operativa de la aeronave. Pero es posible que el personal de cabina prefiera no retrasarse en la prestación de servicios a bordo a todos los pasajeros: es mucha gente a la que atender.
Sin embargo, la tecnología 5G está invadiendo el ancho de banda de radio de los sistemas de navegación de las aeronaves; necesitaremos más investigación para responder a la pregunta sobre la interferencia de las redes 5G a la navegación de las aeronaves durante los aterrizajes. Recordemos que, cuando hablamos de las dos fases más críticas del vuelo, los despegues son opcionales, pero los aterrizajes son obligatorios.