Es un curioso ejemplar de murciélago que pobló la Tierra en el Eoceno, hace 52 millones de años
El estado de Wyoming es uno de los lugares donde más fósiles se han encontrado. Sus montañas se localizan dentro de la Formación Green River (que también abarca los estados de Colorado y Utah) , un paraíso geológico natural donde históricamente se han encontrado restos de hace decenas de millones de años conservados en casi perfectas condiciones. En recientes excavaciones, un grupo de científicos ha desenterrado dos esqueletos casi intactos de una especie nunca vista antes en la Tierra. Sí, parecen dragones, pero en realidad son dos murciélagos que vivieron hace 52 millones de años.
El estudio que ha profundizado en estos hallazgos fue publicado en la revista científica PLOS One, y lo firma Tim Rietbergen, un paleontólogo especializado en murciélagos y gerente de colección en el Centro de Biodiversidad Naturalis en Leiden, Países Bajos. Rietbergen fue el que se dio cuenta de que esos dos esqueletos pertenecían a una variedad de murciélago nueva, de la que no teníamos noticia hasta ahora.
Para confirmar su teoría, Rietbergen y su equipo llevaron a cabo una investigación exhaustiva donde comparaban los nuevos fósiles con otros ejemplares del Eoceno, que fueron localizados en la misma zona y en otros lugares del mundo. Tras el análisis de los esqueletos y piezas dentales fosilizadas determinaron que estos dos animales eran, efectivamente, una nueva especie de murciélago prehistórico. Son una variante de la familia de los Icaronycteris a la que han bautizado como I. gunnelli en honor al biólogo de murciélagos Greg Gunnell, fallecido en 2017 a los 63 años.
Una especie completamente nueva, que levanta muchas preguntas
La fotografía magnifica bastante las proporciones del animal, pero en realidad eran murciélagos bastante pequeños. Los dos esqueletos pesaban entre los 22 y los 28 gramos, y eran de hecho más pequeños que los I. index, sus parientes más cercanos. El tamaño reducido podría deberse a la deformación de los huesos durante el proceso de fosilización, así que Rietbergen y su equipo no se atreven a hablar de números hasta haber analizado minuciosamente las muestras. De momento han podido demostrar que son unos de los esqueletos de murciélago más antiguos jamás desenterrados.
Estos nuevos esqueletos han supuesto un antes y un después en la historia arqueológica de la zona de Green River, pero también han avivado un importante debate científico. Al tratarse de una nuevo animal, los paleontólogos creen que es posible que los murciélagos de esta zona evolucionasen de manera diferente a otras especies del Eoceno, y que por lo tanto la diversidad en la fauna eocénica podría ser mucho más de la que creíamos.