Por Jesús Medina González
LOS BATEÓ MANOLO…
RICARDO MEJÍA BERDEJA trae una obsesión fatal contra el PRI.
Sabe que no repunta y él sabe por qué, es un hombre de fracasos, es un hombre poco inteligente, es un hombre manipulable y que no se distingue por trabajar en base al bien común.
Vive en constante mal humor, destilando una especie de coraje, frustración, pegados a la realidad que marca su historial profesional.
Ha ocupado cargos públicos y a pesar de ello, no ha logrado luz propia.
Por eso, MANOLO JIMÉNEZ se convirtió en su obsesión…
Y en el debate… se le fue encima y… nada logró, solamente exhibirse como uno de sus intentos, que se suman a los fracasos de vida.
Ya no le debe sorprender, no convence, no engaña, no logra nada.
PLEITO ENTRE MORENISTAS…
En el primer debate de los cuatro candidatos a la Gubernatura de Coahuila, ARMANDO GUADIANA, de Morena, y RICARDO MEJÍA BERDEJA, ex morenista y ahora abanderado del PT, se enfrascaron en un pleito en el que surgieron calificativos como «traidor».
En el encuentro de dos horas en el Teatro Nazas, GUADIANA, MEJÍA y LENIN PÉREZ, éstos dos últimos los coleros en las preferencias, quisieron usar los reflectores de MANOLO JIMÉNEZ, de la alianza PVEM-UDC y enfocaron sus ataques contra el representante de la coalición PRI-PAN-PRD quien por mucho, es puntero en las encuestas.
JIMÉNEZ contestó algunos cuestionamientos, los hizo bailar a su tonada, luego les frenó la danza.
Les dijo que ya no lo haría, porque prefería presentar propuestas.
A su vez, MEJÍA, al ver que ya no se le seguía su juego, ansioso de notoriedad se fue con el del segundo lugar, ARMANDO GUADIANA, le cuestionó sus negocios mineros y buscó ligarlo a los priistas por algunas fotografías en las que aparece con ellos.
Como si el no hubiera salido del PRI.
FOTOS…
El morenista mostró que las imágenes que usó MEJÍA en su contra se dieron en el marco de una visita presidencial y tronó contra el petista por haber renunciado a Morena en enero pasado, después de no aceptar los resultados de la encuesta.
Incluso GUADIANA mostró el acuerdo que firmó Mejía y acusó que el ahora petista ha traicionado a los partidos en los que ha estado, como el PRI, MC y Morena.
LENIN PÉREZ consideró que su adversario tricolor representa la cúpula en el poder que se mantiene en Coahuila.
Desde el arranque, MANOLO JIMÉNEZ controló los embates opositores y, como en todo el encuentro, se centró en dar a conocer logros en su carrera política y presentar sus propuestas y compromisos de cara a las elecciones del 4 de junio próximo.
Tenía resultados por dar a conocer… lo hizo.
NO ME LO VAYAN A ROBAR…
El toque chusco lo dio GUADIANA, quien en varias de sus intervenciones provocó risas entre los asistentes como en el momento en que preguntó que si podía quitarse su característico sombrero para luego decir que mejor no, porque alguno de los otros candidatos podía robárselo por estar firmado por ex campeón de boxeo JC CHAVEZ.
RICARDO MEJÍA, del PT, fue el que mayores ataques lanzó a sus adversarios, tanto a GUADIANA como a JIMÉNEZ; con el rostro adusto y apoyado por imágenes de gran formato le recordó al candidato de Morena que en 1994 llegó a ser encarcelado por fraude y que es investigado por tener supuestos nexos con grupos criminales.
LENIN PÉREZ, candidato del PVEM y de la Unidad Democrática de Coahuila, advirtió que MEJÍA ha buscado puestos de elección popular desde cinco partidos políticos distintos, aunque aprovechó la mayor parte del tiempo que tuvo en este debate —que se prolongó por casi dos horas— en destacar su experiencia como legislador y Alcalde de Acuña.
Los cuatro candidatos aseguraron que, en caso de ganar, gobernarán con la ciudadanía, que impulsarán la creación de consejos ciudadanos y organismos que garanticen un buen Gobierno, transparente, con verdadera rendición de cuentas.
«Quiero agradecer por escuchar mis propuestas y compromisos para que Coahuila vaya para adelante, este proyecto es punto de encuentro de todas y todos los coahuilenses que queremos hacer algo bueno por nuestra tierra», dijo MANOLO JIMÉNEZ al despedirse.
HASTA MAÑANA.