Una manera de mitigar los efectos de las altas temperaturas es adquirir equipos de aire acondicionado; sin embargo el costo de la energía eléctrica frena la intención, por lo que urge analizar la reclasificación de tarifas
A partir de mayo la zona metropolitana afrontará el periodo de más intenso calor mismo que se prolonga hasta octubre, registrando en Tampico temperaturas máximas que alcanzan los 34 grados centígrados.
Estas condiciones climatológicas pueden provocar en las personas además del golpe de calor, cambios en sus conductas, lo mismo que afectaciones en el sistema nervioso indican especialistas.
Una alternativa para mitigar los efectos del intenso calor es adquirir equipos de aire acondicionado para ser instalados en los hogares, sin embargo los altos costos en el consumo de energía eléctrica frena la intención de la población. De ahí la importancia que se busque la reclasificación de las tarifas eléctricas, un tema que se ha abordado por varios años pero hasta ahora no se ha podido obtener.
Transformación de las emociones
La elevación de la temperatura en el ambiente genera cambios en la conducta de quienes sufren sus efectos, llegando a manifestar desde ira hasta males como la hipertensión. La psicóloga Claudia Ipiña Muñiz, señala que estos cambios asociados al calor alteran más el sistema nervioso que necesita hidratación constante y que de no obtenerla provoca que nuestro ritmo cardiaco se trastorne.
“Es incómodo para algunas personas sentir ese calor, es cuando empiezan a desenfocar su atención, por ejemplo en el trabajo o la escuela, porque se concentran en el calor, el bochorno, la sudoración, provocando un desenfoque de lo que está trabajando en ese momento”, indica la especialista.
Refiere que los efectos de las altas temperaturas se ve mayormente reflejado en los trabajos ya que muchos laboran al exterior generando que se desarrolle la ansiedad, hipertensión, ira, enojo y hasta frustración, induciendo cambios en nuestras emociones.
Hidratación cerebral
Para evitar estas afectaciones, la psicóloga propone cuidar la hidratación del cerebro, lo cual es muy importante, para lo cual sugiere el consumo de vitaminas como complejo B sobre todo en personas hipertensas, recomienda también, no consumir tantas grasas ya que su ingesta puede aumentar la temperatura del cuerpo por ello la importancia de cuidar nuestra alimentación.
“En el momento en el que estamos bajo ese estrés o ansiedad por el calor la mente lo que va a hacer es reaccionar y puede aumentar tu ritmo cardiaco bajo esos pensamientos que estás teniendo”, explica Claudia Ipiña.
Sugiere que ante ese escenario se debe cuidar lo que ponemos en nuestra mente como sentir paz, estar tranquilo y controlar nuestra respiración en ese momento.
Añade que una manera de regular la temperatura corporal es realizando ejercicios de respiración, el hacer inhalaciones antes de dormir ayuda a este propósito, además de contar con una hidratación adecuada durante la noche para conciliar el sueño de una forma más tranquila.
Ipiña Muñiz insiste en que la hidratación corporal es sumamente necesaria, considerando que la mayor parte de nuestro cuerpo está compuesto por agua, pero hay que consumir la adecuada sin excedernos ya que también existe la hiperhidrosis, además de reiterar se haga la hidratación del cerebro.