Igualdad de-generada
Yo sé que últimamente el tema central de esta columna, es gente que no debería tener nuestra atención, pero vamos a darle chanza, ya solo le quedan 30 días de atención política y después del amargo trago electoral, se regresarán a Acapulco probablemente.
Y no sería tema si no tuvieran una actitud tan vulgar e irrespetuosa ante las autoridades, pero vamos a comenzar.
Ricardo Mejía Berdeja se ha empeñado hasta el cansancio en dividir el voto de Morena, convirtiéndose en el verdadero esquirol que tanto señalaba, poniéndole en alfombra roja la gubernatura al PRI, a ese que tanto ataca según él, pero probablemente con los dedos cruzados para poder decir sus mentiras.
“El Tigger”, no pudo regresar a casa y decirle a su esposa la verdad, cuando perdió las encuestas, prefirió amacharse y decir que la candidatura le vendieron, y apoco el subsecretario no traía el suficiente flujo económico como para competir en esta supuesta venta, digo… trae padrinos, sino cómo le hace para darse la vida que lleva.
Ese fue el detonante, para que su esposa Marlenne Cañas ardiera en rabia y comenzara a sacar su cultura interior, la falta de respeto que ni una mujer o un hombre deben de realizar, pero en fin, es la mentalidad de quien se mezcla con el narco, y no lo decimos directamente que estén relacionados con este tipo de personas, pero el “combate” que hacia su marido los hacia conocer el ambiente familiar de los capos, y no nos extrañaría que algo se pegue de tanto estudio.
Ya el mismo entorno social en donde se desarrolla el día a día de la familia Mejía Cañas, se empieza a ver manchado por la actitud de la mujer, pues los videos virales donde ataca a Mario Delgado, las faltas de respeto hacia figuras públicas, las mentadas de madre en sus redes sociales, no son algo común entre las familias del colegio a donde entró su hija.
Ya comienzan los secretos a voces de “llega con muchos escoltas”, “tiene una actitud muy retadora”, “ya se siente primera dama”, “Imagínense el DIF peleando con todo mundo”; pero hasta el mismo Ricardo Mejía lo ha dicho públicamente, es algo que no puedo controlar.
Y no buscamos una mujer sumisa para este tipo de actuares, pero un líder es alguien que debe poner el ejemplo y les aseguro que este tipo de ejemplos no es para nada bueno, en el norte hablamos sin tapujos, pero no a lo berdejo.
Reconozco que la campaña de Mejía lleva un buen camino, no le va alcanzar por los pesos del PRI y Morena, pero la mujer, en lugar de sumarle puntos, le resta, el querer compararse con el resto de las mujeres de los candidatos o el pelearse mediante bots con las familias de los candidatos, no le dejará nada bueno.