Wendy Riojas
“Don Lorenzo Burciaga era un hombre de principios, de convicciones y de ideales muy marcados, vivió muchas situaciones junto con su hermano Rosendo en sus tiempos de persecución política”, señaló su nieto Javier Burciaga Benavides.
“Siempre ayudaba al prójimo, nunca supe que de alguna forma sacara provecho de algo”, agregó.
La muerte sorprendió la madrugada de este sábado a Don Lorenzo Burciaga, de 92 años mientras dormía; en los últimos años de su vida luchaba contra el cáncer de piel.
Al fundador del Partido Acción Nacional le sobreviven además de sus hermanos, sus hijos Carlos, Benjamín, Jando, Felipe, Fernando, Sofía, Cecilia, Paty, nietos y bisnietos.
“Mi abuelo sigue presente a través de sus pláticas eran muy interesantes, tenía muchos nietos y nos quería todos, siempre estuvo al pendiente de todos, siempre tenía una palabra buena y nos enseñó a respetar a todos, tuvimos esa virtud, a sus descendientes nos enseñó el respeto, pero también a no dejarnos de nadie”, señaló Javier.
COMPROMETIDO
“Fue un hombre comprometido con el Partido Acción Nacional, donde estuvo casi toda su vida, no le tenía miedo a nada, ni a nadie, enfrentaba a gobernadores, presidentes municipales y políticos contrarios, cuando algo no hacían bien, su lema era siempre la justicia y la verdad”, compartió el sacerdote Alejandro Burciaga.
El padre Alejandro, de 88 años y párroco del Santuario de Guadalupe, recuerda que a pesar de que Don Lorenzo era el mayor de 10, a él lo respetaba mucho, “éramos muy cercanos, él siempre me hablaba de usted, y quizá porque soy sacerdote”, dijo con una risa de complicidad tras compartir que el panista de corazón jamás se confesó con él.
El padre Burciaga compartió que a su progenitor no le gustaba nada de política y crió a personas honestas, su familia fue semillero de los fundadores del PAN (Rosendo y Lorenzo) y dos sacerdotes, el salesiano Alfonso Javier, también ya fallecido.