Oscar Ballesteros
A partir de una inocente pregunta de uno de sus hijos obtuvo como producto su primera obra escrita, ‘Innumerable’ una novela de Raúl Apolinar Sánchez Muñiz, que plantea una situación donde los números desaparecen y el universo sufre diversos colapsos debido a la ausencia de estos signos.
“La idea surgió a raíz de la pregunta con mi familia, yo tengo un hijo que tiene una condición de autismo y platicando con él me preguntó qué pasaría si un día los números se terminaran, dudas existenciales que tienen los niños, y todos nos reímos, pero nos fuimos tomando más en serio esa pregunta entonces cada que nos sentábamos a comer o a platicar era aportar una idea sobre el tema” dijo el autor.
Así empezó el proceso de 10 meses en el cual desarrolló la idea de este libro para generar la historia de Nicolás y Eva, personas ordinarias, que ahora tienen la tarea de salvar el universo recuperando los números aparentemente extintos.
Si bien es una historia de drama y ficción –mencionó— se desarrolla en un espacio real, en la ciudad de Saltillo y sus emblemáticos puntos, pues es donde él reside, permitiendo la creación de una atmosfera real para los lectores.
Esto de manera intencional debido a que, la posibilidad de que lo números desaparezcan es muy remota, de manera alegórica trata de valorizar la función de cada ser en situaciones desesperadas, citando como ejemplo la recién superada pandemia.
Para esto no sólo fueron las locaciones el recurso de realismo, sino también situaciones en las que se identificará el contexto real como es realizar los tardados trámites en el SAT o que personas oportunistas lucren con lo que podrían ser los últimos recursos para salvar al universo.
“Un día Nicolás acude al Sistema de Administración Tributaria y se percata del caos que se genera porque ya no hay números (…) posteriormente existe gente astuta que vende billetes con números, no valen por el billete, sino porque son los últimos números, digamos que se hizo como un mercado negro”, dijo.
El libro con su conglomerado de elementos funcionó como respuesta hacia aquel pequeño que un día se planteó la vida sin números, y a su vez ofrece una lección para los lectores, de manera entretenida, a cómo siendo una persona ordinaria se puede hacer frente hasta al problema más complejo.