Victor M. Narváez García
Encuestas van y encuestas vienen, comentarios propios o de allegados y por supuesto de “paleros”…donde posicionan a muchos servidores públicos en los primeros puestos, como lo ultra en el servicio público, como si fueran de otro planeta y nada más alejado de la realidad.
Sin demeritar de donde salen estos datos, llámese encuestas y dimensionado los cometarios personales deberíamos de revisar con mayor detalle esta información.
Esta información en el mejor de los casos es solo un indicador que permite tener una idea de la “aceptación” del ciudadano o el nivel de popularidad del servidor público en cuestión, pero en definitiva no son concluyentes para definirlos como buenos trabajadores al servicio de la comunidad.
No se puede sostener con hechos el estar hablando de ser “los mejores” si cada día lees más casos críticos que le competen en alguna medida al gobierno (en cualquiera de sus instancias), desintegración social, baja oferta de empleo, seguridad, educación y salud, sobre todo los últimos 3 rubros que se encuentra por desgracia en nivel muy paupérrimos. No concuerda la realidad contra los datos que arrojan las encuestas u organismos encargados de “medir” el desempeño de un grupo o individuo (servidor púbico).
Lo anterior lo pongo de preámbulo para señalar que todo es relativo, ya que para ellos y sus objetivos podrán estar bien, pero pasan administraciones, “proyectos”, individuos, grupos o cofradías y no más no se ponen de acuerdo para trabajar con hechos y tomar buen rumbo en bien de todos.
No es necesario profundizar mucho, basta con observar para darse cuenta que andamos o andan los “mártires de la nación” (políticos) sin rumbo claro, insisto en actividades en pro del pueblo, caso contrario en objetivos personales, ahí si se ven muy aplicados, quien se “sacrifica por el pueblo” terminan dando un salto en la escala social – económica muy marcado, de media tabla se elevan a muy pudientes, pero bueno ese tema es aparte que alguien deberá revisar.
Regresando al punto del desempeño, parecen adolecentes promedio en actividad casera, lo hacen de mala gana, mal, con objetivos muy personales y nunca con una planeación, como dirían las abuelas “hacen tantito por aquí tantito por allá” que al final no logran marcar diferencia entre el “antes y después” en función a la encomienda inicial.
En resumen, tener buena aceptación con el electorado no es sinónimo de buen servidor público, es relativo, es en función al sesgo que se le dé a las preguntas para medir el parámetro que se está midiendo.
Si eso fuera cierto (que son lo mejor de lo mejor) tendríamos otra realidad, viviríamos diferente, algo entre lo que se dice y lo que se vive simplemente “no mechea”.
Por eso insisto, revisemos más que lo que se oye, se dice (o auto pregonan) de esos “mártires del pueblo” ya que la gran mayoría de ellos ya viene de otro cargo y si allá lo hicieron bien, porqué ahora prometen hacer lo que en papel ya hicieron? y lo más critico según ellos y sus allegados lo hicieron muy bien.
En definitiva todo esto es relativo y en este caso tomando como referencia el bien de la sociedad lo dicho contra lo que vemos……”no cuadra”.