Yuriria Sierra
Bravo, ministra presidenta
“El 2 de enero de 2023, se ha hizo historia cuando la Suprema Corte de Justicia de la Nación en México eligió a su primera mujer presidenta, la ministra Norma Piña Hernández. En su discurso de aceptación tras la elección expresó sentirse “acompañada, respaldada y muy fuerte”. Esto no es sólo un logro para ella y para México, sino también para cientos de juezas de todo el mundo que siguen luchando por una mayor igualdad en el sector judicial…”, con esta frase la International Association of Women Judges subraya la importancia que la figura de la ministra presidenta tiene ya en la historia del México contemporáneo. Así lo expresa en su página web esta agrupación que decidió ir más allá en el reconocimiento y, hace un par de días, otorgó a Piña Hernández su premio a los Derechos Humanos 2023.
La ministra presidenta, hemos insistido en varias ocasiones, no sólo es una jueza fiel a sus convicciones, sino que también es una mujer con las credenciales suficientes para ostentar su cargo los próximos cuatro años. Es, recordemos, una fervorosa creyente de las libertades, defensora del derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo, así como del abanico de diversidad presente en la comunidad LGBTQ+ y del uso lúdico de la mariguana. Es una profesional de las leyes que precisa con contundencia los porqués de sus posicionamientos, así lo hizo cuando, a pesar de su voto a favor de la permanencia del Ejército en las calles hasta 2028, acotó y expresó su desacuerdo en varios puntos.
Organizaciones, figuras políticas de todos colores y esquinas celebraron su elección, la primera para una mujer… pero en Palacio Nacional han mostrado su descontento de manera constante, incluso en niveles bajísimos, con evidentes muestras de misoginia.
“Apenas llegó la nueva presidenta y se desata una ola de resoluciones a favor de presuntos delincuentes”, expresó Andrés Manuel López Obrador después de que la SCJN canceló la orden de aprehensión contra el exgobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, y también ordenó el descongelamiento de cuentas de la esposa de Genaro García Luna. Eran los días previos al juicio en NY del exsecretario de Seguridad federal. Éste es sólo un ejemplo de la ríspida relación que el mandatario ha decidido tener con la Corte… o con una parte de ésta, porque el único pecado que cada integrante del pleno puede cometer es no apoyarlo, no importa su pasado ni sus reacciones en el presente.
Piña Hernández ha sido objeto de críticas y denostaciones a su labor y trayectoria. López Obrador ha incluso minimizado su experiencia al sugerir que si llegó a la mayor jerarquía del Poder Judicial fue gracias a él. Pero de plano se voló la barda este miércoles con su reacción al reconocimiento que la ministra presidenta recibió de una de las organizaciones más importantes en su ramo: “Esos premios se pueden conseguir en la plaza de Santo Domingo…”.
Ay, Presidente. Esos galardones no se dan así como así, ni que fueran tesis plagiadas de la ministra a la que usted tanto defiende…