La organización ligada a Naasón Joaquín García, un abusador sexual confeso, obtuvo el registro como Agrupación Política Nacional en abril de este año.
Aristegui
El nombre de la agrupación política Humanismo Mexicano, emanada de la cúpula de la organización religiosa La Luz del Mundo, parece “un guiño” a Morena, para entablar una complicidad en zonas religiosamente conservadoras del país, donde al partido oficial se le dificulta penetrar políticamente.
Así lo expresó el analista político Bernardo Barranco en entrevista para Aristegui en Vivo, luego de que el pasado 28 de abril, el Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) aprobó por unanimidad otorgarle el registro como Agrupación Política Nacional (APN).
Humanismo Mexicano está formada por personas vinculadas a la cúpula de la organización religiosa La Luz del Mundo, cuyo líder mundial es Naasón Joaquín García, quien fue condenado a 16 años de cárcel tras llegar a un acuerdo para cerrar un juicio por abuso sexual de menores.
“Cuando pensábamos que la invasión de lo religioso en la vida política había cesado con el Partido Encuentro Social, y su segunda parte, Encuentro Solidario, regresa a través de Humanismo Mexicano”, sostuvo Barranco.
El analista recordó que el término ‘humanismo mexicano’ fue acuñado por el mismo Andrés Manuel López Obrador durante su informe por el cuarto aniversario de su llegada a la Presidencia de la República, el pasado 27 de noviembre.
El presidente denominó así a la ideología política de su administración, y explicó que, aunque se nutría de ideas universales, “lo esencial de nuestro proyecto proviene de nuestra grandeza cultural milenaria y de nuestra excepcional y fecunda historia política”.
La meta es “alcanzar el ideal de vivir en una sociedad mejor, más justa e igualitaria”, sostuvo durante su informe, y precisó que no serán las élites quienes monopolicen esta atribución sino la misma población.
La complicidad religión y política
El adoptar como nombre un término acuñado por el presidente forma parte del “coqueteo político electoral a la cuarta transformación”, expuso Barranco, aunque aclaró que sus intenciones podrían ir más allá de un nombre.
El experto en temas religiosos recordó que, desde su fundación hace casi un siglo, La Luz del Mundo ha adoptado como modus operandi una dinámica de intercambios de favores políticos, económicos y de poder.
En su inicio, los religiosos ponían a sus feligreses a disposición del PRI para acudir a mítines y encauzar sus preferencias electorales, a cambio de terrenos y condonaciones de impuestos.
En la actualidad la agrupación religiosa se jacta de tener cerca de 5 millones de seguidores alrededor del mundo. Su poder de convocatoria les permitió reunir 25 mil firmas de apoyo para que el INE concediera a Humanismo Mexicano el estatus de Agrupación Política Nacional, cuando el mínimo para lograrlo era de 5,000.
El regreso “fortalecido” de Naasón Joaquín
Para Bernardo Barranco, es posible interpretar de dos maneras el movimiento político que se encuentra forjando Humanismo Mexicano.
“Uno es como una estrategia frente a la crisis que está viviendo actualmente la Luz del Mundo, para sobrevivir al ubicarse como coadyuvante al proceso de la cuarta transformación, comprometiéndose a apoyar en aquellos lugares en los que les cuesta más trabajo obtener votos, que es la zona centro del país y parte del norte”, expuso.
Por otra parte, podría haber “una especie de resorte permanente de esta irrupción pentecostal en la vida pública”, advirtió.
Aunque en estos momentos su líder espiritual, Naasón Joaquín, se encuentra en una prisión de Estados Unidos cumpliendo una condena de 16 años por abuso sexual, Barranco advierte la posibilidad de que “en algunos años podríamos ver un regreso político fortalecido” del autoproclamado “profeta” de La Luz del Mundo.