SALTILLO, COAHUILA. – No ejercer el voto o venderlo son considerados como un pecado por parte de la iglesia católica, aseguro el obispo Hilario González, luego de que este domingo las iglesias de la Diócesis de Saltillo, se unieron en oración por la democracia.
A dos semanas de realizarse el proceso electoral donde los coahuilenses elegirán al nuevo gobernador del estado y el Congreso Local, el obispo lanzó un llamado a la responsabilidad y lamentó que se tenga que poner esa etiqueta (de que es pecado), a una acción que es fruto de nuestra libertad y de nuestra identidad civil y ciudadana.
“Que pena que la Iglesia tenga que decirle a la gente que vaya a votar, o que no sean corruptos, o que no vendan votos… que pena”, indicó.
“Sí es pecado… hay una responsabilidad moral seria y grave del creyente de participar activamente en sus procesos”, indicó.
A pregunta expresa de si también es pecado vender el voto, aseguro que también lo es, así como todo lo que vaya en contra de los valores de verdad, justicia, transparencia, amor y bondad, que son los valores del reino.
El obispo consideró que estos temas deben trabajarse desde la sociedad civil y desde la familia, así como desde todas las instancias del gobierno, para evitar estas situaciones.
Manifestó que, como lo establece el papa Francisco, la expresión más alta de la caridad se da precisamente en la política que busca el bien común. “Y yo como cristiano deseo desarrollar mi vida personal, como ciudadano no puedo dejar fuera esa parte y buscar la mejor manera de responder a cada quién, de acuerdo a su vocación”.
BENDICE A COMUNICADORES
Al arrancar este domingo la Jornada de las Comunicaciones Sociales, el obispo pidió por los comunicadores locales y por quienes murieron ejerciendo esta profesión.
En una misa celebrada desde la parroquia del Ojo de agua, pidió porque los periodistas sean pregoneros del amor, comunicadores de la paz y sembradores de la esperanza, pero también para que estén cerca de los que sufren, de los pobres y de los marginados.
Tras bendecir a los periodistas, a quienes roció con agua bendita, pidió porque cada uno de ellos tenga fortaleza frente a la fatalidad y la desesperanza, y que busquen la verdad con inagotable sed de Dios.
En la celebración de este día, en la parroquia se bendijeron los instrumentos con los que se ejerce esta labor, y al término de la homilía, también se ofreció un convivio a los trabajadores de los medios de comunicación, también se convocó a quienes están realizando el trabajo de comunicación social, dentro de las iglesias de la Diócesis. (Con información de EL DIARIO)