SALTILLO, COAHUILA.- Un joven de 27 años murió horas después de haber ingresado al anexo “Un Lugar para Soñar”, luego de ser dejado por sus padres, desesperados ante el daño que le provocó el consumo de drogas –aparentemente el cristal- y que a la postre le causaron delirios.
Personal del anexo señaló que el joven identificado como Luis Enrique, a su ingreso se mostraba sumamente agresivo, se presume que ese fue el motivo por el cual fue esposado, tal y como lo encontraron elementos de la Agencia de Investigación Criminal, quienes acudieron a atender el reporte acerca del fallecimiento del joven.
Trascendió que el centro de rehabilitación se ubica en la calle Ildefonso Villarello del fraccionamiento Urdiñola.
Personal del anexo informó que el joven acababa de ser trasladado por sus padres al centro de rehabilitación, y llegó en un estado psicótico, experimentando alucinaciones.
“Decía que el piso era ácido y se lo estaba comiendo poco a poco”, señalaron.
Los cuidadores de los adictos señalaron que dentro de su episodio estuvo lanzando golpes, por lo que fue sometido colocándole las esposas para que no lastimara a alguien o se lastimara a sí mismo, y que luego se desmayó.
El centro cuenta con una doctora, quien dirigió la intervención cardiopulmonar, tratando de reanimar al joven.
Se dio a conocer que apenas este sábado 20 de mayo, el joven había ingresado por voluntad propia acompañado por sus padres, con la esperanza de que se pudiera recuperar de la adicción a las drogas que le estaba causando severo daño físico y mental.
Apenas 6 horas después de que lo ingresaron, alrededor de las 2 de la tarde, se dictaminó el fallecimiento de Luis Enrique, noticia que le fue dada a los acongojados padres.
Para establecer con precisión las causas de su muerte, autoridades ministeriales ordenaron una necropsia, además de ampliar la investigación para saber exactamente qué sucedió desde que el joven ingresó, hasta su fallecimiento en sólo unas horas.