CIUDAD DE MÉXICO.-La tragedia sacude a El Salvador.
Al menos 12 personas murieron y varias más están en condición crítica, luego de una estampida en el Estadio Cuscatlán en El Salvador, en el Clásico entre Alianza y FAS.
Cuando ya se jugaba el partido, por el pase a Semifinales, se cerró uno de los dos accesos al inmueble. Desesperados y ante la sensación de asfixia (según los testimonios), varios aficionados derribaron la puerta, lo que, combinado con el sobrecupo en el sector, derivó en el aplastamiento fatal.
“Cerraron el portón aproximadamente 25 minutos, la gente empezó a empujar. La gente botó el portón porque quería vivir, no quería ver el partido. A mi hijo lo aplastaron entre 20, yo pensé que se me iba. Hay niños que están vivos de milagro”, compartió uno de los afectados al Diario El Salvador.
Los más afortunados lograron llegar a las gradas y a la cancha. Futbolistas y aficionados ayudaron a los cuerpos de socorro, rebasados por la cantidad de heridos, que se reportaban en por lo menos 150.
Al menos 10 ambulancias se trasladaron al Estadio Cuscatlán, con capacidad para 45 mil asistentes, pero fue tal el caos -y la falta de protocolo-, que no podían salir rumbo a los saturados hospitales.
Se reportó que la venta de boletos falsos, aunado a la ausencia de un esquema de seguridad, contribuyeron a la tragedia.
“La gran mayoría ingresa en el sector (sur) y estamos indagando por qué sólo se abrió un portón. Esas responsabilidades penales es lo que vamos a investigar”, dijo el director de la Policía Nacional Civil, Mauricio Arriaza.