Oscar Ballesteros
Elisabetha Gruener Zabaleta, de raíces monclovenses por su madre Susana Zabaleta, ha regresado desde tierras londinenses para consolidarse como actriz en la obra ‘Toc Toc’, presentada en un teatro de Ciudad de México; después de recorrer Inglaterra e Israel, recuerda aún las visitas a la Ciudad del Acero.
La hija de 23 años de la reconocida actriz y cantante monclovense con Daniel Gruener, escritor y productor cinematográfico es quien después de graduarse de la East 15 en la carrera de actuación y teatro contemporáneo, ha emprendido diversos proyectos en los cuales se ha desarrollado como actriz, directora y escritora de teatro.
Fue apenas el 5 de mayo, tras todas sus vivencias en Europa y Medio Oriente, que ella se unió a ‘Toc Toc’, obra presentada en el Centro Cultural San Ángel de la Ciudad de México, donde de a poco vuelve a sentir la receptividad y el cariño de la gente del país, que aún en aquella ciudad, no se compara a la calidez de los monclovenses.
“La familia materna sigue aquí, al menos una vez al mes veníamos a Monclova, a ver a los abuelos, era mucho más tranquilo, eso era muy importante para mi mamá, la familia está para lo bueno y malo, Navidad, Día de las Madres (…) en Monclova la gente es mucho más relajada, y graciosa, eso ha marcado a que no tenga muchos amigos acá, pues actualmente vivimos en la Ciudad de México” compartió.
ADMIRA A LA MUJER MONCLOVENSE
Agregó a las condiciones positivas acerca de Monclova, su admiración por las mujeres que aquí podía observar, siendo su madre el primer ejemplo, “yo siempre he admirado mucho a las mujeres de Monclova, son muy seguras, saben qué y cómo lo quieren (…) son fuertes, seguras, directas, se respetan a sí mismas, ponen límites y eso me da mucha emoción ver ese poder”.
De su madre a quien, con reservas a la palabra, denominó como ‘luchona’ dijo que, ha aprendido la generosidad para recibir en cualquier momento a cualquier persona, además de luchar por lo que ella realmente quiere, así fue como Susana logró tener su trayectoria.
En un principio el medio artístico, a pesar de que fluía por ambos padres, ella tuvo sus dudas de incursionar en dicho mundo y manifestó algunas de sus inseguridades “a mí siempre me gustaba y en el club de teatro de la primaria, si tú dices a los 9 años que quieres ser actriz, todos te dicen que no lo vas a lograr o que era sólo por mis papás que podría entrar”.
En ese punto llegó a pensar en la psicología y psiquiatría como opción para hacer su vida, pero conforme creció un conjunto de señales le confirmarían que la actuación y el mundo artístico era parte de su destino.
LA VIDA EN LOS ESCENARIOS
“Mi mamá siempre describía qué era lo que sentía cuando estaba arriba del escenario y yo sentía lo mismo, como que te quedas sin aire, pero era un momento de paz, y mi papá hablaba de obras y libros, cosas que a mí también me apasionaban, me sentía como él”, narró la entrevistada.
Sin embargo, fue una experiencia con su abuela en donde al observar una presentación se decidió a que ella sería parte de las obras, “la abuela me llevó a ver la obra ‘El Chiquero’ en la capilla del Helénico de CDMX era muy fuerte, yo tenía 15 años, era muy fuerte, pero yo quería hacer eso”.
Dicha revelación con el paso del tiempo y el apoyo de sus padres evolucionó a la búsqueda de una escuela alrededor de todo el mundo para que Elisabetha pudiera prepararse profesionalmente para la actuación, mas esto vino acompañado de un viaje previo a Israel, donde se enlistaría por 2 meses al ejercito del país.
“Toda la familia de mi papá es judía y ellos hablan de cuando te gradúas de prepa viajas 6 meses o 1 año a Israel y me fui con una agencia que te enlistaba 1 o 2 meses en el ejército israelí, para entender cómo funciona el país, estuve 2 meses en preparación, estuvo padrísimo, muy difícil, ahí aprendí a hablar hebreo, técnicas de supervivencia, historia y recorrí todo el país”, rememoró.
Una vez concluido esta experiencia que la hizo comprender lo que es compartir con otras personas sus condiciones de vida, reflexionó acerca de los beneficios que tenía y dándoles valor, prosiguió a realizar las audiciones en las escuelas y así fue su ingreso a East 15, donde el director coincidentemente es israelí y fue otra señal del ‘click’ que hizo con la universidad.
Dentro de su periodo académico fue que desarrolló habilidades para actuar, dirigir y escribir, pues allá todo es muy estricto y competitivo, por lo que no basta con ser bueno, sino se debe intentar ser el mejor, dijo Elisabetha.
Durante los últimos niveles fue que creó, junto a un amigo la Compañía Insecta que tuvo varias presentaciones en Europa y con ese recorrido es que ha llegado como invitada a ‘Toc Toc’, primera obra en la que participa dentro del territorio mexicano.
SU PERSONAJE
Su personaje en la obra es Lulú, una joven de 23 años que sufre de ecolalia y palilalia, enfermedades que corresponden a la repetición de palabras propias o de ajenos, condición que genera inseguridad social en su papel.
Así como Lulú, son 5 personajes más que se encuentran en un consultorio médico en busca de una solución a sus trastornos, sin embargo, el doctor no llega y ellos serán los encargados de ir sanando la problemática con su interacción.
Eso fue lo que Elisabetha Zabaleta compartió acerca de la temática de la obra teatral, la cual únicamente se está presentando en el Centro Cultural San Ángel, pero todo el equipo estaría encantado de realizar giras con su trabajo, incluyendo, ella en especial, el territorio Coahuilense.