RAMOS ARIZPE, COAHUILA. – La Universidad Politécnica de Ramos Arizpe (UPRA) se prepara para recibir a un alumno excepcionalmente joven en su programa de robótica. Se trata de Alfredo, un niño de tan solo 13 años cuyo coeficiente intelectual supera ampliamente la media nacional.
Los padres del joven identificaron su talento desde temprana edad, gracias a las observaciones de sus maestros y a ciertas características que destacaban durante sus clases.
Esto llevó a investigar más a fondo y descubrir que el niño estaba más que listo para enfrentar los desafíos académicos de la universidad.
Si bien la UPRA ya cuenta con estudiantes menores de edad, con una edad mínima de 16 años, la llegada de este niño de 13 años representa un nuevo hito en la institución.
La rectora de la universidad, Cecilia de la Garza, asegura que el proceso de acompañamiento será fundamental para garantizar el éxito del joven prodigio. La universidad trabajará de cerca con él, brindándole un entorno propicio para su desarrollo académico y personal.
La UPRA se caracteriza por estar muy comprometida con el bienestar y la atención individualizada de sus alumnos, y esta situación no será la excepción. La rectora destaca que la universidad tiene una cercanía inigualable con sus estudiantes, sin importar la edad que tengan.
Esta proximidad brindará tranquilidad a los padres del niño, quienes podrán confiar en que su hijo estará bien cuidado y respaldado durante su tiempo en la universidad.
El ingreso del niño prodigio está programado para el próximo cuatrimestre de septiembre. Comenzará con un cuatrimestre de Inmersión al inglés, como todos los alumnos, y luego se incorporará al primer cuatrimestre de la carrera de ingeniería robótica.
La duración total de la carrera es de tres años y ocho meses, por lo que al finalizar tendría alrededor de 16 años.
La rectora destaca que se le invitará a seguir estudiando una vez concluida su carrera, ya que legalmente no se le puede ofrecer un trabajo a tan temprana edad.
La UPRA ofrece diversas opciones de extensión de estudios, lo cual permitirá al joven continuar fortaleciendo su perfil personal y profesional.
Además, se espera que sus habilidades y destrezas abran puertas en otros países, ofreciéndole oportunidades para seguir creciendo académicamente.
La decisión del niño de elegir la UPRA como su institución educativa ha sido muy bien recibida. Durante su visita a las instalaciones, quedó encantado con la dinámica de la universidad, visitó los salones, conversó con otros estudiantes y exploró los laboratorios.
La rectora se muestra satisfecha de que el joven haya sentido comodidad y confianza en la institución.
La identificación de un alumno prodigio es un tema complejo, según explica la rectora.
Por lo general, se deben detectar ciertas señales y realizar pruebas específicas a los niños que presentan características de habilidades excepcionales. Es común que se confunda con otros aspectos, como la hiperactividad.
Sin embargo, la cercanía y atención de los padres hacia sus hijos es fundamental para reconocer su potencial y brindarles oportunidades educativas acordes a sus capacidades.
La UPRA hace un llamado a los padres para estar atentos a las señales de talento y desarrollo en sus hijos.
La participación activa de la familia es esencial para apoyar el crecimiento integral de los jóvenes.
La universidad reconoce que, especialmente después de la pandemia, es importante estar cerca de los niños y jóvenes, escucharlos y asegurar que puedan avanzar adecuadamente tanto en su educación como en su vida personal.