OCAMPO, COAHUILA.- Pese a las condiciones adversas, el desierto de Ocampo es usado por migrantes para cruzar la frontera por el Río Bravo, admitió la alcaldesa de este municipio, Laura Silva Fernández.
Además, la Alcaldesa refirió que las crecidas del afluente de agua se han tornado peligrosas por las lluvias de la temporada, lo que lo convierte en un riesgo que incrementa el peligro para los indocumentados que no conocen esta zona y pueden tener una fatal consecuencia al adentrarse.
Silva Fernández aclaró que el flujo de indocumentados no es tanto como el las frontera de Acuña o de Piedras Negras, aunque sí se detecta la presencia de migrantes que se arriesgan a encontrar una forma de cruzar a EU vía este municipio.
“Son muy pocos migrantes y está complicado en pleno desierto antes de llegar al rio y pasando el rio, y resulta poco atractivo para los migrantes”, indicó.
En cuanto a la crecida del Río Bravo señaló que se ha tenido el monitoreo de la corriente y las indicaciones de prevención a la población.