A ocho vueltas de terminar la carrera, en la que peleaba el liderato, Pato O’Ward sufrió un accidente que lo dejó fuera de la Indy 500, que conquistó el estadounidense Josef Newgarden.
El piloto regio reinició en una bandera verde, pero rápido fue superado por Newgarden y Marcus Ericsson. Antes de completar la primera vuelta y cuando buscaba superar al sueco por el segundo lugar, Ericsson orilló al interior a Pato, perdió el control y terminó estrellándose contra el muro exterior.
Segundos después fue impactado a baja velocidad por el argentino Agustín Canapino. Ambos pilotos latinos bajaron de sus autos por su propio pie.
Minutos más tarde, Arrow McLaren, equipo del tricolor, informó que O’Ward pasó sin problema el chequeo médico.
Santino Ferrucci completó el podio.
UN FESTEJO QUE LE FALTABA A NEWGARDEN
La prueba se reinició con cuatro giros por completarse, pero un contacto entre Ed Carpenter y Benjamin Pedersen, sacó otra bandera de precaución y, después, una roja.
Luego de varios minutos de limpieza en la pista, la carrera concluyó con dos últimas vueltas de máxima emoción en la punta entre Newgarden y Ericsson, pero finalmente fue el de Team Penske el que se consagró con la victoria.
Tal fue la euforia del estadounidense que atravesó la reja en la que los ganadores regularmente celebran “escalándola” y se fue a festejar con los aficionados en las gradas.
Newgarden, de 32 años y originario de Nashville, Tennessee, presume ser bicampeón de la categoría (2017 y 2019), pero nunca había bebido la cláisca leche en Indianápolis, hasta este domingo.
UNA TARDE ACCIDENTADA
Álex Palou, pole sitter y quien lució en la parte alta del pelotón durante la primera mitad de la prueba, quedó prácticamente fuera de la pelea por un contacto en la salida de pits en la vuelta 95.
Después de que Sting Ray Robb provocara la primera amarilla al golpearse con el muro en la vuelta 92, gran parte de la parrilla aprovechó y se fue a pits.
En la salida, Rinus VeeKay, otro que había estado peleando el liderato, perdió el control de su auto, se deslizó y golpeó accidentalmente a Palou, dejándolo sin poder avanzar mientras los demás pilotos lo pasaban.
Sin embargo, al final, el europeo logró remontar y terminar en la cuarta posición.
En el reinicio tras esta bandera de precaución, tanto O’Ward como Rosenqvist pasaron sin mayor problema a Callum Illot, quien se había quedado en la punta al haber entrado a pits antes que los demás, y se intercambiaron la cima varias veces en las vueltas siguientes.
La segunda amarilla cayó en la vuelta 150 gracias a un golpe similar del francés Romain Grosjean tras perder el control de su monoplaza en la salida de una curva.
Pero quizá el percance más aparatoso llegó cuando restaban 16 vueltas, luego de que Felix Rosenqvist, coequipero de Pato, golpeara el muro exterior, regresara a pista y ya en la parte interna perdiera el control; Kyle Kirkwood no logró esquivarlo, salió proyecto y se volcó.
Por si esto no hubiera sido suficiente, uno de los neumáticos salió disparado por los aires, pero, afortunadamente, pasó por un costado de las gradas y terminó impactado en un vehículo estacionado.