A pesar de que el drenaje sanitario está diseñado para recibir el agua usada de los hogares, los ciudadanos de la zona metropolitana de Monterrey lo usan para tirar botellas de plástico, grasa fría, llantas y hasta mascotas muertas, como un perro pitbull.
Esto se pudo certificar en una investigación del diario ABC Noticias, quien acompañó en una jornada de trabajo con empleados de Agua y Drenaje de Monterrey (AyD) en el municipio de Apodaca, específicamente en la colonia Rincones de Huinalá.
Según el reportaje, al levantar la tapa de concreto de un registro sanitario no es tarea fácil, esto debido a su peso y al de la pala de metal que se utiliza para retirar los residuos, sumado al calor de utilizar los guantes protectores, el casco, botas industriales y el uniforme.
Se pudo saber que sin importar el clima intenso de la ciudad y los malos olores que se desprenden del drenaje, la cuadrilla de la central San Miguel atiende hasta 400 taponamientos a la semana según el mayordomo de alcantarillado, Gustavo González, quien compartió que, entre los residuos, se han encontrado hasta animales.
De acuerdo con González: “Se oye un poco mal, pero estuvimos destapando un subcolector de 24 pulgadas en avenida Guadalajara y Arroyo Talaverna, y sacamos un animalito, de buen tamaño, como que se murió y lo aventaron a la alcantarilla, era un pitbull”.
De acuerdo con Agua y Drenaje de Monterrey, un derrame puede significar no solo uno, sino varios registros tapados que provocan malos olores y, posteriormente, hasta encharcamientos en la carpeta asfáltica.
Primero identificamos hasta dónde está el problema y venimos destapando, por último, quitamos el derrame. A veces es sencillo, 15 o 20 minutos y a veces son hasta tres horas, dependiendo la problemática, lo que nos da más problema son las grasas (desechos de carnicerías y restaurantes) y los azolves (arena, tierra, escombro)”.
Tras retirar los residuos un camión de bombeo llamado hydroclean realiza la limpieza a presión introduciendo una manguera a la atarjea, para de esa forma quitar definitivamente el tapón, y repetir el proceso en los registros que sea necesario.