Leo Zuckermann
Última parada antes del 2024
El domingo se llevarán a cabo los últimos comicios locales antes de las elecciones del 2024. En el Estado de México se elegirá al próximo gobernador de esta entidad. En Coahuila, además del gobernador, se renovarán las 25 diputaciones estatales. Como siempre hemos dicho en este espacio, los resultados de las elecciones locales se explican fundamentalmente por factores que tienen que ver con la realidad de cada estado. Y vaya que, en esta ocasión, no podía ser más diferente lo que está ocurriendo en cada una de estas entidades.
En el Estado de México tenemos una elección parejera de dos candidatas. De un lado está Alejandra del Moral, quien aparecerá cuatro veces en la boleta como abanderada del PRI, PAN, PRD y Nueva Alianza (este partido conserva el registro local). Del otro, Delfina Gómez, quien saldrá sólo en el recuadro de Juntos Haremos Historia en el Estado de México, al ser la candidata en común de Morena, PT y Verde.
Movimiento Ciudadano decidió no participar en esta contienda.
Hasta ahora, todas y cada una de las encuestas publicadas, serias y patito, le dan la victoria a la exsecretaria de Educación Pública del gobierno de AMLO. En general, las diferencias entre Gómez y Del Moral son de dos dígitos. Parecería que el triunfo del oficialismo en el Edomex es inevitable. Es precisamente lo que la campaña de Delfina quiere hacerle creer al electorado. Si este arroz ya se coció, no vale la pena salir a votar el domingo. De esta forma, sólo acudirá el voto duro de Morena y el vaticinio se hará realidad.
Vamos a ver si es cierto que Gómez ganará el domingo con tanta contundencia como indican las encuestas. El margen entre una y otra candidata será determinante para la posterior negociación de la alianza Va por México rumbo al 2024. Una diferencia de dos dígitos (más de diez puntos) debilita la posición relativa del PRI en esta coalición. Un margen escandaloso incluso le daría la razón a los panistas que piensan que el PRI resta más de lo que suma y, por tanto, que a Acción Nacional no le conviene aliarse con el tricolor en 2024.
Así que, además de ver quién gana en la entidad con el mayor padrón electoral de la República, para la política nacional será muy relevante la diferencia porcentual entre la ganadora y la perdedora.
En Coahuila habrá una competencia de cuatro candidatos, todos hombres.
Manolo Jiménez, exalcalde de Saltillo, aparecerá tres veces en la boleta bajo los logos del PAN, PRI y PRD. Ricardo Mejía Berdeja, exsubsecretario federal de Seguridad Pública, saldrá como abanderado del PT. Evaristo Lenin Pérez estará en dos casillas: la del Verde y la del partido local Unidad Democrática de Coahuila. Finalmente, el senador con licencia Armando Guadiana aparecerá como representante de Morena.
Al igual que en el Edomex, todas y cada una de las encuestas que han sido publicadas le dan una amplia ventaja a Jiménez. Es lógico. El oficialismo en Coahuila se dividió. Mejía Berdeja no aceptó el resultado de la encuesta de Morena y decidió romper con su partido para lanzarse como abanderado del PT. El Verde, por su parte, también optó por ir con su propio candidato en lugar de aliarse con Morena.
PT y Verde se fueron por la libre. En su eterno juego de montarse a un partido grande en las elecciones federales, y así mantener el registro y financiamiento público, estos dos partiditos utilizaron a Coahuila para mandar el mensaje a Morena de que van a vender caro su amor en el 2024. Rémoras, al fin y al cabo, quieren sacarle una mejor tajada al tiburón.
Morena, sin embargo, ya los presionó para que sus candidatos declinen a favor de Guadiana en Coahuila. El PT se negó. El Verde, sin embargo, aceptó, quién sabe a cambio de qué. El problema es que su candidato, Lenin Pérez, se ha rehusado a retirarse de la contienda. Con toda razón: él es el que paga el costo político de declinar cuando lleva meses haciendo campaña.
El presidente López Obrador ha aprovechado esta situación para deslindarse de Mejía Berdeja y reiterar que los perdedores de los procesos de selección de candidatos de Morena, mediante encuestas, deben aceptar el resultado. El mensaje está claramente dirigido a las corcholatas presidenciales.
Ni se les vaya a ocurrir seguir el camino de Mejía de romper con Morena y lanzarse por un partidito. Aquí lo que se espera es disciplina.
¿Escuchaste bien, Marcelo?