Yuriria Sierra
Los heridos innecesarios
A uno ni le avisaron que lo iban a bajar. No le extendieron invitación al evento en donde se anunció que ya no sería candidato, al menos no por uno de los partidos que lo apoyaban. Ni por WhatsApp le llegó notificación alguna, así lo comentamos en este espacio. Sin embargo, aún con la declinación del Partido Verde, Lenin Pérez va a la contienda, no se baja, peleará el honor de la Unidad Democrática de Coahuila.
Y escribimos también en esta columna: “El orgullo suele ser mal consejero, pero la dignidad, ésa, es de piedra…” y, en efecto, ésta última resultó inamovible. Al otro candidato, al exintegrante del gobierno de México, también lo bajaron, no con las mismas malas formas, pero casi. Primero fue la sugerencia que le llegó de Ricardo Monreal, después lo expresado en Palacio Nacional, pero finalmente ayer, lo hicieron oficial: Ricardo Mejía deja de ser candidato del Partido del Trabajo, porque ahora este grupo político apoya a Armando Guadiana. No es que sea una nota sorpresa, decimos: elementos varios había para suponer la jugada; sin embargo, tras los pésimos comentarios que llegaron tras la declinación del Verde, ¿qué esperan obtener en Morena?
Vamos a las cifras: este anuncio llega horas después de conocer las que serán unas de las últimas encuestas de esta campaña electoral (sino es que la última), la publicó El Universal: Manolo Jiménez, de la coalición PRI-PAN-PRD, marca 49 por ciento; Armando Guadiana, alcanza 31 por ciento; Ricardo Mejía, llega a 13 por ciento; y Lenin Pérez, se queda en 7 por ciento.
Claro que estos números hablan de tendencia electoral antes de conocer las declinaciones ya referidas, habrá que esperar a ver el comportamiento de los electores: quiénes se quedan por el candidato, quiénes o cuántos se van con el partido.
Aunque el asunto sigue estando en el mismo lugar que ayer: ¿de qué les va a servir?
La aritmética no les alcanza. Si somos muy, muy optimistas y pensamos que la totalidad de los votos de los partidos que declinaron, se van con Morena, tomando los datos de la encuesta publicada ayer, el escenario quedaría: Jiménez, 49 por ciento, frente Guadiana, con 51 por ciento, esto nos llevaría a una elección sumamente cerrada, pero no será así. No hay manera de que la totalidad de esos votos pasen al candidato morenista. Las razones van desde el terreno político hasta el operativo, ¿cuántos electores llegarán a la casilla sin saber cómo se contará su voto? ¿Sabrán lo que implica esta “forma” de declinación?
Qué manera de dinamitar el trabajo político de una campaña, todo por la ineficiencia para los acuerdos a tiempos. Todo porque aseguran que le van a ganar al candidato de la alianza que desde un inicio ha estado a la cabeza de las tendencias. A Pérez le toca salvar el honor del partido local; a Mejía, asegurar que más que un aspirante de partido, es un candidato del pueblo. Ambos heridos innecesariamente por una pésima operación política.