Por Jesús Medina González
UN ALIVIO…
Para los que viven en Coahuila y el Estado de México debe de ser un alivio que por fin este domingo sean las elecciones. Ya deben de estar cansados de los anuncios en tele, radio y redes de las y los candidatos.
Ayer fue el primer día sin promociones, vida convencional, “que agusticidad”.
Son dos elecciones muy importantes, ambos estados son bastiones del PRI, en Coahuila ha gobernado por 88 años y en el Estado de México por 94 años, desde que se llamaba Partido Nacional Revolucionario (PNR).
Recordemos que el Estado de México es la entidad de la República con mayor cantidad de votantes registrados en el padrón.
Lo interesante es que, aunque aún no son las elecciones podemos ir sacando algunas conjeturas de lo que nos espera para el 2024.
La primera es que, aunque el peso de los partidos es muy importante por la cantidad de voto duro que poseen, los candidatos tienen mucho peso en la decisión del electorado.
CANDIDATO FUERTE…
Esto lo podemos ver en Coahuila, donde hay un candidato puntero, que tiene una alta posibilidad de ganar con más de 28 puntos de ventaja.
El segundo punto es que cuando Morena no va en alianza se debilita y se diluye su voto.
¿Qué fue lo que pasó? Al inicio ni el PT ni el Verde quisieron entrar en alianza y pusieron a sus candidatos, RICARDO MEJÍA BERDEJA y LENIN PÉREZ, respectivamente.
A pesar de que ambos partidos los abandonaron, los candidatos van a aparecer en la boleta y eso diluye el voto al partido oficialista.
GOBERNADORA EN EDOMEX…
En el Estado de México por primera vez van a tener una gobernadora mujer y esto puede ser la batalla que tal vez veamos en 2024 en la presidencial.
Es un gran logro que por fin llegue al gobierno una mujer a uno de los estados más poblados de nuestra nación.
Al enfrentarse la Alianza contra Morena sin ningún otro jugador en la contienda podemos observar muchos aprendizajes.
El primero es que el voto duro cuenta y mucho.
Morena aprendió (no puedo decir del mejor, pero sí del más viejo partido de México) del PRI.
Podemos ver que, en una batalla al tú por tú de la Alianza contra Morena, hay clara ventaja.
Este escenario del triunfo en el Estado de México se puede replicar en el 2024, pero hay algunos disruptores que pueden cambiar el rumbo de esa elección.
DESDE LAS ENTRAÑAS…
El primero proviene de las entrañas de ese partido, es la lucha de quién será el candidato. Internamente se van a destruir las tres cabezas más visibles: CLAUDIA SHEINBAUM, MARCELO EBRARD y ADÁN AUGUSTO LÓPEZ HERNÁNDEZ.
A las otras «corcholatitas», para efectos prácticos no las tomaré en cuenta, pero sí las mencionaré: MONREAL, de Morena; VELAZCO, del Partido Verde, y NOROÑA, del Partido del Trabajo.
¿Qué es lo que va a suceder? Lo que ya estamos viendo: la guerra sucia entre aspirantes.
Al final lo que va a pasar es que el Presidente va a elegir por dedazo y los no elegidos se van a tener que aguantar o rebelar.
El segundo disruptor puede ser el partido Movimiento Ciudadano, que se ha mantenido al margen y ya dijo que no va con la alianza PRI-PAN-PRD.
Esto ve como una jugada astuta. Si a ese partido le conviene tomará al desertor más fuerte de Morena, si no va a elegir a su delfín con mayores posibilidades de ganar y nos podría dar la sorpresa, como en Nuevo León, donde ganó Samuel García y no era el candidato puntero en las encuestas.
De la Alianza ya van tarde, uno o dos años tarde. Es tanto su miedo, inacción o quererse agarrar a sus pequeños cotos de poder que no han podido tener una terna de precandidatos.
Las personas no tiene el tiempo, la paciencia y el interés de ver 12 aspirantes a la Presidencia por la Alianza.
Están muy diluidos, lentos y no traen nada nuevo a la mesa.
Hasta Mañana.
