Alberto Rojas
El suceso de un perro que fue matado por un bombero municipal propició más indignación en redes sociales en abril anterior que la muerte de un matrimonio de ancianos a consecuencia de fuertes golpes al caerse a pedazos una marquesina de la tienda Del Sol, luego que Protección Civil no inspecciona deteriorados inmuebles de alto riesgo.
“En abril anterior, fueron separados o retirados del cargo el entonces director de Protección Civil, Agustín Ramos Pérez, y el bombero Julio Ríos Cortés luego de imágenes que circularon en redes, hubo reparto de culpas por todos lados, y se encendieron las redes sociales con airadas protestas y reclamos, pero ahora en el caso de la muerte de los ancianos como si nada”, dijo Mario Garza.
El coordinador regional del Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional, reprobó que haya causado más indignación social la muerte de un perro callejero que el fallecimiento del matrimonio de ancianos que estaba conformado por Lauro Valdés de 75 años y María del Refugio Martínez Delgado, de 68.
El miércoles anterior, el matrimonio caminaba por calle Juárez y De la Fuente en el primer cuadro de la ciudad, pero sorpresivamente fueron golpeados por pedazos de concreto que primero provocó la muerte de la señora, y horas después del hombre.
Garza, indicó que ojalá las autoridades locales cuestionen también a los actuales responsables de Protección Civil.
“Son muchas los inmuebles de la zona centro al igual que de colonias de la periferia que están en ruinas y con alto riesgo de desplomarse y provocar graves heridas o la muerte a peatones, por lo que debe intervenir Protección Civil, pero también debe encarar responsabilidad la funcionaria municipal”, estableció finalmente el representante cardenista.