Luego de dos meses de campañas políticas, las tendencias apuntaron de inicio a que el PRI podrá mantener el poder de la gubernatura en Coahuila y cumplir así 100 años.
Pero el PRI no presumirá el haberlo logrado solo, llegaría de la mano del PAN, partido que apenas en la pasada elección estatal estuvo a punto de ganarle la gubernatura con Guillermo Anaya de candidato; y del PRD, partido que tres años atrás perdió el registro estatal por no alcanzar el 3 por ciento de la votación.
El candidato Manolo Jiménez Salinas, de 38 años, quien fue dirigente municipal del PRI, diputado local y Alcalde de Saltillo por el tricolor, tuvo una campaña sin sobresaltos ni escándalos, mientras que las pugnas se dieron principalmente entre sus tres rivales, identificados con la izquierda.
De acuerdo con las encuestas domiciliarias de Grupo REFORMA, Jiménez Salinas ha mantenido, de inicio a fin, una ventaja frente al morenista Armando Guadiana, así como de Ricardo Mejía, abanderado del Partido del Trabajo; y Lenin Pérez, quien compitió con las siglas de su partido estatal Unidad Democrática de Coahuila, aliado con el Partido Verde.
Sin cambios sustantivos en las preferencias electorales a lo largo de abril y mayo, el destino de la campaña y sus contendientes parece haberse definido desde el 12 de diciembre, cuando Morena anunció el resultado de sus tres encuestas para definir al coordinador de los Comités de la Cuarta Transformación, un eufemismo para nombrar a quien sería su candidato a la gubernatura.
INICIA LA RUPTURA
En una rueda de prensa desde la Ciudad de México, donde Ricardo Mejía demostró su descontento al negarse a aparecer junto a los otros aspirantes, Mario Delgado anunció que las encuestas habían favorecido a Armando Guadiana.
El empresario minero y ganadero de 77 años era el más conocido porque en 2017 fue el candidato de Morena a la gubernatura de Coahuila y un año después, junto a la ola que llevó a Andrés Manuel López Obrador, los votos le dieron la Senaduría por mayoría.
En 2021, Guadiana volvió a aparecer en propaganda electoral, cuando, con una licencia en el Senado, compitió por la Alcaldía de Saltillo, contienda que perdió ante José María Fraustro, candidato de la alianza PRI-PRD.
En segundo lugar de la encuesta de Morena aparecía Luis Fernando Salazar, ex Senador panista de 45 años, originario de Torreón, quien en 2018 ganó la diputación federal con el PAN, pero a pocos días de asumir como legislador se unió a la bancada de Morena.
En tercer lugar, aparecía el subsecretario de Seguridad Pública, Ricardo Mejía Berdeja, torreonense de 54 años, quien desconoció los resultados, al considerar que ya era muy conocido, tras encabezar los fines de semana, mítines en todas las regiones de Coahuila para promover la consulta de revocación de mandato durante 2022.
Además de ello, tras la consulta presidencial, su rostro apareció en todas las ciudades de Coahuila en forma de publicidad de revistas, algunas que sólo funcionan en páginas de Facebook, y mantuvo sus reuniones semanales en Coahuila, ahora bajo el tema de la seguridad pública.
Ante la resistencia de Mejía por reconocer los resultados, incluso el Presidente Andrés Manuel López Obrador, en su conferencia matutina, afirmó que el subsecretario había ya aceptado las encuestas, pero eso no ocurrió, Mejía presentó su renuncia y apareció como abanderado del Partido del Trabajo.
VOTO DE IZQUIERDA FRAGMENTADO
El líder estatal del partido Unidad Democrática de Coahuila, Lenin Pérez, quien tenía desde el 2021 una alianza electoral con Morena, decidió sumarse a la competencia por la gubernatura en alianza con el Partido Verde, organización que si bien a nivel federal tiene una alianza electoral y legislativa con Morena, en Coahuila opera junto al PRI.
El voto de la izquierda, que representaba cerca del 50 por ciento de las preferencias electorales, se dividió en tres, con ganancia para el PRI y sus aliados, ya que el candidato de la Alianza Ciudadana por la Seguridad, Manolo Jiménez, se quedaba con la otra mitad de las preferencias.
A pocos días del final de las campañas, las cúpulas de los partidos Verde Ecologista y del Trabajo conformaron alianzas con la dirigencia nacional de Morena para pedir en Coahuila el voto para Morena; sin embargo, a nivel local los candidatos Lenin Pérez y Ricardo Mejía mantuvieron su campaña, su llamado al voto e incluso, con el apoyo de liderazgos locales de los partidos Verde y PT.
Con el acompañamiento electoral del PAN y PRD, el PRI llegaría en Coahuila a los 100 años en el poder estatal.
La construcción de un candidato Manolo Jiménez, el joven candidato del PRI, PAN y PRD a la gubernatura de Coahuila, es heredero de una familia priista dedicada a los negocios inmobiliarios, turísticos, agropecuarios y de medios de comunicación, no había llegado a ese punto de manera espontánea.
En lo que parece ser una carrera política diseñada, en 2018 compitió y ganó la Alcaldía de Saltillo por un periodo extraordinario de un año, y en 2019 volvió a competir y ganar, ahora por un periodo de tres años que concluyó en diciembre de 2021.
UN ESTADO SEGURO
El día en que rindió su último informe de gobierno en el Ayuntamiento, donde resaltó tener a la capital del Estado en los primeros lugares nacionales en seguridad, el Gobernador Miguel Ángel Riquelme anunció que le ofrecía un lugar en su administración, y en enero de 2022 lo presentó como el nuevo Secretario de Inclusión y Desarrollo Social.
Con Manolo Jiménez al frente, una Secretaría cuyos titulares anteriores habían guardado un perfil bajo, se relanzó.
En la recta final de la administración Riquelme, Manolo Jiménez lanzó estrategia «Mejora Coahuila» con nuevos programas sociales y la modificación de otros, como una nueva tarjeta bancaria que sustituía a la «Tarjeta Rosa», programas de reparto de huevo y nuevas despensas, materiales para construcción y capacitación de mujeres para el trabajo.
En un estado donde el Gobernador tiene buenos niveles de aprobación y donde se destacan los buenos niveles de seguridad pública y la atracción de inversiones, Manolo Jiménez se presentó como el candidato que ofrecía mantener la seguridad y desarrollo económico.
Durante los dos meses de campaña, la alianza PRI, PAN y PRD cuidó la imagen de su candidato, lo mantuvo lejos de escándalos y en ocasiones organizaban eventos y reuniones sin convocar a los medios, pero a cambio enviaban los boletines y fotografías con lo que querían que se dijera de él.
Durante el primer debate por la gubernatura, el 16 de abril, los candidatos de izquierda lanzaron algunos ataques hacia el priista, quien no los respondió, pero los principales y más contundentes dardos se los intercambiaron entre ellos; Lenin contra Mejía y Guadiana, Guadiana contra Mejía, Mejía contra Guadiana y la tónica se mantuvo en las semanas siguientes en sus declaraciones públicas.
De acuerdo con la encuesta de Grupo Reforma, Jiménez mantuvo durante los dos meses de campaña una intención de voto del 51 al 53 por ciento, mientras que Guadiana perdió preferencias, parte de las cuales las sumó Mejía, pero no suficientes para dejar el tercer lugar.
De acuerdo con estas encuestas, el candidato de Morena llega al final de las campañas a unos 25 puntos de distancia del candidato priista.
