(CNN) — Los seres humanos se originaron en África, pero los arqueólogos han debatido intensamente para saber en qué momento exacto nuestros primeros antepasados abandonaron el continente y cómo se extendieron por el mundo.
Dos fósiles encontrados en una cueva del norte de Laos sugieren que el Homo sapiens, nuestra especie, vivía en la región hace unos 86.000 años, según indica un nuevo estudio. El hallazgo cuestiona la idea predominante de que la trayectoria de los humanos por el planeta fue lineal y se produjo en una sola oleada hace unos 50.000 o 60.000 años.
«Lo más probable es que esta primera migración fuera infructuosa, pero eso no quita que el Homo sapiens ya hubiera llegado a esta región, lo cual es un logro notable», afirma por correo electrónico Kira Westaway, autora del estudio y profesora asociada de la Universidad Macquarie de Australia.
Los análisis de ADN de poblaciones humanas actuales han respaldado la hipótesis de que los primeros humanos abandonaron África entre 50.000 y 60.000 años atrás, y los arqueólogos han pensado que nuestros primeros antepasados probablemente siguieron costas e islas a través del sudeste asiático hacia Australia.
Sin embargo, un número creciente de restos humanos antiguos descubiertos en China y Levante demuestran que este capítulo de la historia humana es más complicado de lo que se pensaba.
La migración de hace 50.000 o 60.000 años «que contribuye a nuestro acervo genético actual puede no haber sido la primera», afirma Westaway. «Es muy posible que hubiera migraciones anteriores que no tuvieran éxito y, por tanto, no aportaran su genética a nuestras poblaciones modernas».
Los dos fósiles de Laos, un fragmento de hueso de una pierna y parte de la parte frontal de un cráneo, se encontraron en la cueva de Tam Pa Ling. El sitio arqueológico fue descubierto en 2009, momento en que se encontró otro cráneo parcial.
Además de los últimos hallazgos, en el yacimiento también se han descubierto dos mandíbulas, una costilla y una falange, y las características físicas de los restos sugerían que pertenecían a humanos modernos primitivos.
La dificultad para datar los primeros fósiles humanos
La datación de los fósiles del sitio arqueológico resultó complicada. Eran demasiado antiguos para la datación por radiocarbono, que permite datar restos de hace unos 46.000 años. Además, la cueva forma parte del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, lo que significa que los fósiles humanos no pueden datarse directamente debido a las leyes de Laos que protegen la zona, según Westaway.
Por lo tanto, el equipo que participó en el estudio, publicado este martes en la revista académica Nature Communications, debió utilizar dos técnicas diferentes para estimar la edad de los fósiles.
Los investigadores midieron la luminiscencia en los minerales de cuarzo y feldespato de la capa de sedimentos, un método que revela cuánto tiempo ha pasado desde que un material con minerales cristalinos se calentó o se expuso a la luz solar.
Al profundizar en la excavación, también hallaron dos dientes de animales en la misma capa que los restos humanos y los dataron midiendo la desintegración radiactiva de isótopos de uranio, elementos químicos presentes en el esmalte dental, en una técnica denominada datación por resonancia de espín de electrones.
Siguiendo este método, se calculó que los dos fósiles tienen entre 68.000 y 86.000 años, siendo el fragmento de hueso de la pierna el más antiguo.
La cronología de las primeras migraciones humanas, en cuestión
Además de poner en tela de juicio la cronología de las primeras migraciones humanas, el yacimiento también cuestiona el pensamiento convencional que indica que los primeros viajes de los humanos en la región habrían implicado bordear costas y lugares insulares como Sumatra, Filipinas y Borneo.
La región de las tierras altas, en el corazón del sudeste asiático continental, era y sigue siendo muy boscosa, a una altitud de unos 1.100 metros y a una distancia de al menos 300 kilómetros del mar.
«Lo fascinante de esta investigación es la ubicación de la cueva. Sabemos que los homínidos tendían a desplazarse por los valles fluviales tierra adentro, pero esta ubicación confirma nuestras sospechas de que los primeros Homo sapiens tuvieron la capacidad de adaptarse y dispersarse por regiones boscosas de tierras altas mucho antes de lo previsto», explicó Westaway.
Los arqueólogos creen que la cueva estuvo ocupada durante casi 50.000 años, y los últimos descubrimientos subrayan el interesante potencial de la región para la paleoantropología.
En un yacimiento cercano, conocido como Cueva de la Cobra, se encontró un diente que se cree perteneció a un denisovano, un esquivo humano primitivo. Sin embargo, ese diente es 70.000 años más antiguo que los restos más antiguos de Tam Pa Ling, por lo que no hay pruebas de que las dos especies humanas se mezclaran o coexistieran, dijo Westaway.
El arte rupestre figurativo más antiguo del mundo se descubrió en cuevas de Indonesia, y en islas de Indonesia y Filipinas se encontraron especies humanas extintas, como los pequeños Homo floresiensis y Homo luzonensis.
El equipo espera hallar más fósiles humanos en la región.
«El yacimiento de Tam Pa Ling es uno de los otros cinco (encontrados) en esa montaña kárstica que contiene todas las evidencias humanas», dijo Westaway.