Yuriria Sierra
¿Y ahora, corcholatas?
Nos agarró desprevenidos. Mientras estábamos atentos a la salida de los asistentes a la reunión que convocó Andrés Manuel López Obrador en Palacio Nacional: que si los consejeros electorales o los integrantes del gabinete y gobernadores que llegaron listos para levantar la mano e ir por algún cargo de elección popular. También nos manteníamos expectantes sobre las actividades de Ricardo Monreal pidiendo licencia la mañana de este martes, adelantándose unos días a lo anunciado el lunes, o a Adán Augusto López precisando que será hasta el viernes que se separe del cargo que aceptó hace un par de años. Estábamos evaluando la ruta y los posibles obstáculos que enfrentará el proceso acordado por los morenistas, pues ya Movimiento Ciudadano levantó la mano para impugnar, argumentando que lo firmado el domingo viola la Constitución. Lo mismo que algunos expertos, quienes alertan que, en realidad, a lo que llaman asambleas informativas son claros actos anticipados de campaña.
En fin… estábamos esperando la reacción de la oposición para ver si ahora sí se ponían las pilas, cuando los volvieron a rebasar, al menos en cuestión de agenda mediática: Yeidckol Polevnsky levantó la mano para convertirse en la séptima corcholata. ¿Yeidckol, presidenta? Al parecer eso quiere (aunque sepa, desde el domingo, que las inscripciones se cerraron hace tiempo). Aquí la pregunta es: ¿de parte de quién y a quién quieren quitarle votos con la inclusión de Yeidckol, así sea solamente en el imaginario de unos cuantos?
Ella dice que esta idea le surgió tras escuchar a López Obrador en la mañanera: prohibido prohibir y todos tienen derecho a esta aspiración, etcétera… Esto, más la suma de los consejos de sus compañeros legisladores, la llevaron a solicitar licencia a su espacio en la Cámara de Diputados. Aunque, claro está, su nombramiento oficial como corcholata aún espera por ser aprobado, Polevnsky se autoconvence a través del repaso de su historia dentro de Morena, al ser una de las figuras fundadoras del partido, además de su trabajo por más de veinte años junto al hoy habitante de Palacio Nacional. Vamos, incluso con toda seguridad se da licencia para analizar la importancia de su aspiración con todo y perspectiva de género: que no sea sólo Claudia Sheinbaum quien esté dentro de la carrera morenista.
Así, la exdirigente de Morena ya hizo oficial su solicitud de licencia para ir por ese lugar como “coordinadora de la Defensa de la Transformación”. Eso sí, previo a que su registro en la contienda sea válido, se reserva el derecho para hablar de su nivel de competitividad. Eso es otra cosa, primero tiene que llegar el viernes, día en que, presuntamente, se va a registrar, y veremos entonces si su aspiración fue una ocurrencia o una decisión producto de una verdadera y espontánea revelación interna.