FRONTERA, COAHUILA.- Una desventura llena de riesgos, pero que vale la pena por salir de su país en donde las oportunidades son nulas; acompañada de su hermana, madre, marido y 2 pequeñas hijas de 5 y 6 años es que Yeniré decidió asumir estos peligros, desde cruzar la Selva del Darién y posteriormente sortearse entre robos y extorsiones.
“El calor, más que todo es el riesgo en el tren, nosotros ya hemos recorrido 2 trenes con éste, 3 días viajamos en uno y éste” relató Yeniré Romez, proveniente de Venezuela quien la noche de ayer, junto a su familia bajó del ferrocarril de Frontera por órdenes de elementos de seguridad en Frontera.
Una corporación de seguridad desconocida detuvo el tren en donde viajaban múltiples familias apretadas en un vagón y encima de él, priorizando la seguridad de estos pasajeros indocumentados; a buen tiempo ocurrió, mencionó la entrevistada, pues su madre, enferma de diabetes ya se había desmayado en el interior de este tren.
“Mi mamá es diabética, sufre de la azúcar y la presión, anoche se me desmayó por el agua, nos deshidratamos mucho, el agua es muy caliente, es como si montaran un agua a hervir en el tren es insoportable (…) nosotros venimos de tierra caliente, Venezuela, pero esta temperatura excede ya de donde nosotros venimos” compartió la venezolana.
Más allá de soportar las difíciles condiciones climáticas, el sufrimiento también proviene de las personas, sus compatriotas que ven fallecer en el camino al no superar las dificultades y de los locales que se intentan aprovechar del desconocimiento para robarles o extorsionarlos.
“Primero cruzar la selva del Darién, salen 5 familiares y mueren 2, se consiguen muchos muertos, el río se crece y se lleva a muchas personas, saliendo el riesgo es que te deporten, sólo vienes con nombre, apellido y foto, nosotros vivimos una experiencia de que nos dijeron de que teníamos que sacar un permiso para poder darnos un pasaje, cosa que era ilegal”, recordó Yaniré.
Estas desgracias no son suficientes, ya que, aunque sus aspiraciones no sean convertirse en millonarios, toda condición en el país vecino supera las expectativas de un Venezuela -inoperante, con un gobierno corrupto y empleos que no aseguran ni siquiera la comida a las familias- aseguró.
“Vivimos en un país, que no es secreto para nadie, Venezuela vive de la extorsión del pueblo, somos como el alimento para la autoridad, trabajar allá es algo que no te sustenta, ni siquiera a la semana la comida de tu familia, no tomamos la decisión porque el día de mañana yo quiero ser millonaria, salimos porque como les dije no tenemos nada de oportunidades”.
El objetivo se mantiene, la meta está en el norte, Estados Unidos en donde a pesar de no tener quien los reciba el tren con destino a Piedras Negras que salió a las 10 de la noche por Frontera fue su más próxima decisión en busca de concluir su tropezado trayecto.