FRONTERA, COAHUILA. – “Todo es miedo: migración, guardias, todo da miedo porque a veces el tren pausa y estamos a la expectativa” expresó una ecuatoriana que llegó a Frontera en la reciente caravana migrante; el intenso calor durante sus 4 días de viaje los ha hecho ingeniar estrategias para resguardarse en los vagones y sortean sobreprecios para conseguir productos de necesidad básica.
Tras un accidente desconocido y la advertencia por la presencia de Migración, el tren donde circulaban se detuvo, dando oportunidad de que más de 100 migrantes bajaran del ferrocarril, para buscar asilo en una parroquia de Frontera.
Vanessa Ordoña, quien salió de Ecuador con sus hijas, nieta y yerno desde hace 1 mes y ya registran 4 días continuos viajando en tren narró las condiciones que han ido superando para encontrarse a pocas horas de su objetivo; a la par de recibir apoyos por parte de la gente del país que se ha comportado de manera humanitaria.
“Por el calor nos cubrimos con sábanas, nos las ingeniamos, a veces nos toca dentro, a veces afuera, pero hay gente humanitaria y caritativa, nos echa agua y comida cada que nos detenemos, paramos para darle a los niños, no mucho, pero al menos lo necesario” comentó la ecuatoriana.
Estas situaciones son las que han permitido lograr el avance actual para llegar a Nueva York, ciudad que tienen como objetivo, sin embargo, también se mantienen con temor de varios escenarios que les ocurren dentro de su viaje.
Por horas han quedado varados en despoblados en donde la paciencia es su mejor arma, para esperar al paso de un siguiente ferrocarril que los vuelva a subir o tienen que pagar, a mismos guardias de los trenes, por aguas o refrescos hasta 80 pesos, ya que es con ellos la única manera de conseguirlos.
Lo más grave, informó junto a otros migrantes, es que personal de Migración decida retirarles su papelería para la cita de obtención de Visa Humanitaria, situación que les quita una posibilidad de conseguir su estancia en los Estados Unidos.