Los restos del exlíder de autodefensas fueron velados en la vivienda donde residió; Hipólito Mora perdió al vida tras ser víctima de un atentado este jueves.
Aristegui
El cuerpo del exlíder autodefensas en Michoacán, Hipólito Mora, fue velado este viernes en La Ruana por familiares del activista sin el resguardo de agentes de seguridad, pese a que están amenazados de muerte.
Hipólito Mora fue víctima de un atentado que acabó con su vida este jueves en la comunidad michoacana de Felipe Carrillo Puerto, en La Ruana.
Los restos de Mora Chávez fueron velados en la vivienda donde residió, localizada en la localidad de La Ruana.
Al pie del ataúd donde descansan los restos del autodefensa se colocó una foto de Hipólito Mora con la frase “nosotros nos levantamos porque ya no teníamos nada que perder”.
También un sombrero presumiblemente del activista posó sobre el ataúd. Al igual una imagen de la Virgen de Guadalupe se colocó a la cabeza del féretro.
De acuerdo a medios nacionales Mora Chávez dejó una carta póstuma que difundieron gente cercana al ahora difunto, quien fue finado mientras viajaba junto con sus escoltas en una camioneta blindada, que fue incendiada durante una emboscada.
Este viernes durante la conferencia matutina el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que a Hipólito Mora no se le dejó solo.
“Es mentira eso, traía su escolta y hay una base ahí”, respondió el mandatario al ser cuestionado sobre las acusaciones de los familiares del exlíder de los grupos de autodefensa en Michoacán.
En seguida la carta póstuma íntegra del exlíder autodefensas:
Hipólito Mora
Que mi muerte no sea en vano.
Lo dije en muchas ocasiones; sabía que este día llegaría. Lo dije: me voy a morir peleando, solo quiero que mi muerte no sea en vano.
Que los michoacanos, que todos presumimos bravura, seamos valientes una vez y acabemos con este mal que nos tiene en el suelo; que los policías vean que tienen la fuerza para acabar con esto; que el gobierno, el que esté, en el momento de mi muerte, se fije en los ciudadanos, antes que en sus campañas o en sus bolsillos.
Yo nunca acepté sobornos ni intimidaciones; luché sin recibir nada a cambio, más que el cariño de la gente. Los que no me quería, eran los chicos malos. Yo estaré con mi hijo Manolo y le diré a la muerte: ¿Dónde estabas, por qué me huías tanto?
Que mi muerte no sea en vano y tanto mi familia como mis amigos y mis fieles seguidores, hagan lo que tengan que hacer, para que la lucha que yo empecé, siga siendo por una causa justa para los ciudadanos.
Aquí y en el otro mundo, soy y seguiré siendo, Hipólito Mora Chávez.
