Jeremy Chardy (Nº 542 del ranking ATP) hizo honor a su brillante trayectoria en el circuito con un gesto de deportividad que mereció aplausos en La Catedral de Wimbledon. Ante la joya del tenis moderno, Carlos Alcaraz, el número uno del mundo, el francés tuvo una actitud digna de imitar.
Con el marcador 5-2 en el segundo set a favor del español, que se lució desde el inicio ante el galo, el joven de 20 años realizó un saque que fue cantado «malo». Segundos después, Carlitos pidió la revisión del pique pero el umpire se lo impidió por haberlo solicitado tarde.
En ese momento, Chardy, el experimentado tenista de 36 años y ex número 25 del mundo, se encargó de permitirle el challenge a su rival, generando la positiva reacción de Alcaraz y del público londinense. Finalmente la pelota fue chequeada y la razón la tenían los jueces.
El tenis, un deporte de caballeros y donde generalmente predomina el buen comportamiento, el francés no fue la excepción a la regla y se destacó en la cancha central del tercer Grand Slam de la temporada.
Antes, quien está jugando según sus propias palabras su último torneo de Wimbledon, había sido ovacionado por ganar su primer game en el partido tras un primer set de 0-6.