CIUDAD DE MÉXICO.-«Sí hay un proceso adelantado. ¿Recuerdan ese cuadro que dice ‘esto no es una pipa’ y claramente es una pipa? Vivimos en la época René Magritte, y eso sí va a generar problemas».
Así resumía hace unos días, en un foro con empresarios, la ex consejera electoral, María Marván, el proceso interno de Morena, al considerar que es evidente que se están adelantando a los plazos legales para elegir a su candidato a la Presidencia de la República, cuando éste tendría que arrancar en noviembre.
Sin embargo, Morena argumenta que es un proceso partidista para elegir a su «Coordinador de Defensa de la Transformación», independiente al proceso electoral de 2024, y lo que realizan con «asambleas públicas» con militantes y simpatizantes para hablar de los logros de la 4T.
Desde el 19 de junio, los morenistas encabezan actos proselitistas que son una copia de un mitin de campaña: eventos abiertos multitudinarios en plazas públicas, acarreos de asistentes, entrega de propaganda utilitaria como pancartas, banderines, gorras, chalecos, cartulinas e incluso unidades de transporte con la imagen y nombre del aspirante.
Las principales avenidas, carreteras y autopistas de las capitales en el País están tapizadas de espectaculares con rostros de los aspirantes, y frases rumbo a la contienda de 2024.
Los asistentes no les gritan «Coordinador», sino «¡Presidenta!» o «¡Presidente!», y varios oradores que toman la palabra en las «asambleas» se refieren a ellos como los próximos «Presidentes».
«Cuando estés sentada en la silla presidencial no te olvides de nuestra región. Que Dios y el universo guíen siempre tus pasos», le dijo la empresaria Adriana Rosiles a Sheinbaum, en su gira por Guanajuato.
Los aspirantes directamente se refieren a la «sucesión presidencial», de sus aspiraciones presidenciales, piden su apoyo para ser «coordinador(a)», hacen promesas sobre programas u obras para el futuro como candidatos, piden mantener a su partido en la Presidencia, hablan de no darle respaldo a la Oposición, de ganar la mayoría en el Congreso en 2024 y del avance electoral de Morena.
Su proselitismo lo transmiten en sus redes sociales para que esté disponible a todos los ciudadanos, no sólo a simpatizantes y militantes.
Del 19 de junio al 27 de agosto los aspirantes morenistas, así como los del PT y PVEM, realizarán su campaña. Entre el 28 de agosto y el 3 de septiembre se aplicarán 4 encuestas y el 6 de septiembre se conocerá al ganador.
A raíz de una denuncia de Movimiento Ciudadano, la Unidad Técnica de lo Contencioso del INE abrió una investigación, en la que, basándose en visitas de inspectores del organismo a 34 actos de las llamadas «corcholatas», demostraron, por los discursos y propaganda, que se trata de actos proselitistas de carácter electoral, prohibidos fuera del periodo electoral, no de eventos partidistas como presume la autoridad electoral.
Además, advirtieron, pueden recaer en actos anticipados de precampaña y campaña.
¿Qué reglas rompen?
Desde hace un año, los morenistas han retado a la autoridad electoral haciendo proselitismo de manera abierta.
Sin embargo, argumentando que los actos o acciones ya habían pasado, que eran de realización incierta en el futuro o que aún no comenzaba el proceso electoral, la autoridad electoral desechó casi todas las quejas.
El 30 de mayo, la Unidad de lo Contencioso presentó a la Comisión de Quejas un proyecto basado en 219 denuncias contra los cuatro aspirantes de Morena, por lo que ordenó a ese partido exhortar a Gobernadores, militantes y simpatizantes abstenerse de realizar actos a favor de sus «corcholatas». Así que ese instituto político les ordenó no realizar actos a favor de los aspirantes, no distribuir propaganda, lonas, mantas, calcas para vehículos y no contratar publicidad en espectaculares.
La medida fue incumplida. Una vez que el Consejo Nacional de Morena aprobó la instrucción de Andrés Manuel López Obrador sobre cómo realizar el proceso interno para elegir a su posible sucesor, los operadores y servidores públicos, a través de sus estructuras, han echado toda la carne al asador para promover a sus favoritos.
El 16 de junio, por una denuncia del PRD, PAN y MC, la Comisión de Quejas aprobó la realización del proceso interno de Morena para elegir a su «Coordinador de Defensa de la Transformación», pero con reglas.
Entre ellas están los llamados expresos al voto en contra o a favor de persona o fuerza política, realizar eventos que tengan el objeto de respaldar aspiraciones a un cargo de elección y no hacer propuestas ni presentar plataformas electorales. Nuevamente, los morenistas incumplieron.
Así, consejeros y expertos electorales advierten que Morena estaría violando la legislación electoral por realizar proselitismo electoral y actos anticipados de precampaña y campaña. Así como vulnerando la equidad en la contienda establecida en la Constitución.
En el SUP-RAP-37/2018, la Sala Superior del Tribunal Electoral determinó que un acto partidista de carácter proselitista es «toda aquella acción o actividad realizada por algún sujeto relacionado con cualquier partido político, dirigida a influir en la voluntad del electorado para favorecer o en oposición de algún contendiente electoral, ello con independencia de que sea un evento dirigido a la militancia o a la ciudadanía en general, con la finalidad de presentar una plataforma electoral, solicitar el voto o posicionarse en la preferencia del electorado, el cual puede ser realizado dentro o fuera de un proceso electoral».
La legislación electoral establece que los actos de precampaña son reuniones públicas, asambleas, marchas y en general aquéllos en que los precandidatos a una candidatura se dirigen a los afiliados, simpatizantes o al electorado en general, con el objetivo de obtener su respaldo para ser postulado como candidato a un cargo de elección popular.
Así, los actos anticipados de precampaña son aquellos que se realizan bajo cualquier modalidad y en cualquier momento y en un espacio público o virtual durante el lapso que va desde el inicio del proceso electoral hasta antes del plazo legal para el inicio de las precampañas.
Mientras que los actos anticipados de campaña son aquellos que se realicen bajo cualquier modalidad y en cualquier momento y en un espacio público o virtual desde el inicio del proceso electoral correspondiente y hasta antes de la etapa de campaña electoral, que de manera expresa promuevan directa y explícitamente el voto en contra o a favor de una candidatura o un partido, o soliciten directa y explícitamente a la ciudadanía cualquier tipo de apoyo para contender en el proceso electoral por alguna candidatura o para un partido.
Evidente: es precampaña
Para consejeros y expertos electorales Morena no puede ocultar lo que es visible para cualquier ciudadano, por lo que seguir sosteniendo el discurso que es un proceso para elegir a un coordinador rumbo al 2024 y no al candidato, es ser deshonesto con el «pueblo» que dice respetar.
El consejero Jaime Rivera afirma que los actos de Morena se enmarcan en lo que establece la ley como precampaña, porque al final buscan elegir al candidato presidencial, a menos que demuestren que en noviembre arrancarán con otro proceso interno.
«Lo que están haciendo los aspirantes coincide con la definición de precampaña, pero está fuera del plazo de campaña. Ellos están realizando actividades que el Tribunal define como proselitismo político, no como una actividad interna del partido.
«Eventualmente si se configurara que están incurriendo en actos anticipados de precampaña, la sanción puede ser una amonestación pública si la falta es leve, una multa si es más grave, y si la conducta fuera repetida sistemáticamente, prolongada o grave, la afectación podría, incluso, negarse el registro como candidatos, y eso está establecido en la ley», dice.
El ex consejero Alfredo Figueroa advierte que, aunado a la violación a la norma electoral, se suma la violación al sistema de fiscalización, pues es evidente que detrás de las campañas hay cientos de millones de pesos que se están gastando y cuyo origen se desconoce y es ilegal.
«El riesgo es que se anule la elección presidencial por primera vez en la historia. La violación a la ley es inocultable. La autoridad electoral, y lo digo con dolor, está actuando con una complicidad vergonzosa, con una dilación para actuar y esto apenas empieza, imagínate lo que va a ser este proceso, si tenemos un Presidente como jefe de campaña», indica.