Por: Willem Veltman
(Parte 3 de 3)
En “Parte 1 y 2” de semanas pasadas se relató que James Bowie nació en 1796 en el estado de Kentucky, siendo el noveno de un total de diez hijos. En 1801 se muda a Rapides, estado de Luisiana, junto con tres de sus hermanos David, Rezin y John, donde empiezan a especular con la compra venta de tierras. En 1831 Jim Bowie llega a casarse con la señorita Monclovense e hija del gobernador, Úrsula de Veramendi. Luego, en 1833, el cólera morbus azota la región de Coahuila, cobrando la vida de casi un sexto de la población, incluyendo a Úrsula Veramendi de Bowie y sus 2 pequeños niños. Jim Bowie continúa sus actividades de especulación de tierras extensas en Texas. En mayo 1835 el general Santa Anna abolió el gobierno de Coahuila-Texas, y ordenó el arresto de todos los Tejanos que estaban haciendo negocios en Monclova. Bowie tuvo que huir de la capital hacia Texas. —- Continúa “Parte 3” —-
El 1 septiembre de 1835 el empresario Tejano / colonizador Stephen Austin llegó a casa después de un largo encarcelamiento en la Ciudad de México. El 3 de octubre, el general Antonio López de Santa Anna abolió todas las legislaturas estatales de México. Después de ser elegido comandante del ejército de voluntarios, Stephen Austin hizo un llamado a las armas. El 16 de octubre sus fuerzas acamparon en Cíbolo Creek, a 20 millas de San Antonio. Bowie llegó con un pequeño grupo de amigos, principalmente de Luisiana, y Austin lo colocó en su línea de mando con puesto de coronel. Travis y otros se unieron al ejército. El general Sam Houston, al mando del ejército regular de Texas, llegó y condenó la idea de atacar Bexar. Sostuvo que el ejército de Austin, débil y mal entrenado, debería retroceder al río Guadalupe o Colorado. Bowie y el capitán James W. Fannin, por orden de Austin, exploraron al sur de Bexar en busca de un nuevo campamento. En su camino, Bowie ahuyentó a una patrulla mexicana. El 26 octubre 1835, Austin trasladó a 400 hombres a la Misión de San Francisco de la Espada. Bowie tomó 92 jinetes, e inspeccionó el área de la Misión Nuestra Señora de la Purísima Concepción de Acuña, cerca de Bexar. Al amanecer del día 28, en medio de una espesa neblina, los mexicanos atacaron a Bowie con 300 elementos de caballería y 100 de infantería. Bowie luchó durante tres horas. «Bowie era un líder nato», escribió Noah Smithwick años después sobre la batalla de Concepción, «nunca gastó una bala innecesariamente, ni puso en peligro una vida. Su voz todavía resuena en mis viejos oídos sordos mientras nos amonestaba repetidamente. “Manténganse ocultos, muchachos, y reserva tu fuego; no tenemos un hombre de sobra». Bowie capturó un cañón de calibre seis libras, más 30 mosquetes. Perdió un hombre, mientras que los mexicanos dejaron 16 en el campo, y llevaron consigo otros tantos heridos.
Tres días después de la batalla, Stephen Austin envió a Travis y 50 hombres a capturar unos 900 caballos que estaban siendo trasladados al sur de Laredo, y le pidió a Bowie a crear una distracción para cubrir la fuga de soldados mexicanos que querían desertar. Bowie hizo una demostración de fuerza, pero los soldados negaron a salirse. El 31 de octubre 1835, Bowie notificó al general Martín Perfecto de Cos que se uniría a Austin en un ataque a Bexar. El 1 de noviembre, Austin exigió que Cos se rindiera; Cos se negó. El 2 de noviembre, los oficiales de Austin votaron 44 a 3 en contra de atacar Bexar. Bowie no votó. Pidió ser relevado del mando ese mismo día. Anteriormente había servido en un grupo de milicias voluntarias, había luchado contra los indios, y era el tipo de oficial que servía a la comunidad en tiempos de necesidad. Aparentemente tenía poco interés en un comando formal.
Bowie regresó a San Antonio el 18 de noviembre, y el día 26 él y treinta jinetes cabalgaron para secuestrar un tren de carga mexicano cerca de la ciudad. Bowie atacó el tren con su escolta de caballería. Luchó contra varios asaltos de la infantería mexicana, y los mexicanos se retiraron con la pérdida de 60 hombres. Como el tren estaba cargado con fardos de hierba para el ganado de la guarnición, el enfrentamiento se denominó la “Batalla de la Hierba” [“The Grass Fight”]. Posteriormente, Bowie se dirigió a Goliad, TX, para determinar las condiciones allí. Durante su ausencia, Burleson atacó Bexar el 5 de diciembre, y obligó a la guarnición mexicana a rendirse y retirarse al Río Grande. Los voluntarios se fueron a casa. Bowie recibió una carta de Houston fechada el 17 de diciembre 1835, sugiriendo una campaña contra Matamoros. Si eso fuera imposible, sugirió Houston, Bowie tal vez podría organizar una fuerza guerrillera para hostigar al ejército mexicano. La expedición a Matamoros fue aprobada, pero la cuestión del mando quedó enturbiada por la rivalidad política entre el gobernador Smith y el consejo, y Houston pronto encontró otra asignación para Bowie.
El 19 de enero de 1836, Bowie llegó a Bexar procedente de Goliad con un destacamento de 30 hombres. Llevó órdenes de Houston para demoler las fortificaciones allí, aunque algunos historiadores creen que estas órdenes fueron discrecionales. La situación era sombría. El coronel James C. Neill, comandante de un contingente de 78 hombres en El Álamo, declaró que a sus hombres les faltaba ropa y paga, y hablaban de irse. Las familias mexicanas estaban abandonando Bexar. Los voluntarios de Texas se habían llevado la mayor parte de las municiones y suministros para la expedición a Matamoros. El 2 de febrero, Bowie le escribió al gobernador Smith, insistiendo a que se mantuviera firme a Bexar porque era un «punto de guardia de avanzada» estratégico. Los voluntarios prefirieron a Bowie como comandante, e insistieron en celebrar elecciones el 12 de febrero. El voto de los voluntarios colocó a Bowie al mando, y lo celebró emborrachándose. Mientras estaba bajo la influencia de la bebida, Bowie ordenó que ciertos prisioneros fueran liberados, y desfiló a los voluntarios bajo las armas en Bexar. El 13 de febrero, Bowie y Travis llegaron a un acuerdo en el que Travis quedaba al mando de las tropas regulares, Bowie al mando de los voluntarios, y entre ambos hombres tenían autoridad conjunta sobre las órdenes de la guarnición.
El 23 de febrero 1836, Bowie y Travis se enteraron de que unos 1,500 soldados de caballería mexicanos avanzaban hacia Bexar, y enviaron un despacho a Goliad pidiendo ayuda a Fannin. En cuestión de horas, los mexicanos entraron a Bexar, y solicitaron una negociación. Sin consultar a Travis, Bowie pidió y recibió ciertos términos: los tejanos debían de rendirse. Estos términos fueron rechazados. El 24 de febrero Bowie, que padecía una enfermedad «de naturaleza peculiar», que ha sido diagnosticada como neumonía tifoidea, se derrumbó, poniendo fin a su participación activa al mando de la guarnición. La mayoría de los historiadores ya no creen que Bowie se haya caído de una plataforma mientras intentaba maniobrar un cañón. Bowie estaba confinado a una camilla, y de vez en cuando lo llevaban cargado afuera para visitar a sus hombres.
El 6 de marzo 1836 los mexicanos atacaron antes del amanecer, y mataron a todos los 188 defensores del Álamo. El general Santa Anna pidió ver los cadáveres de Bowie, Travis y Crockett, y el alcalde de Bexar, Francisco Ruiz, identificó los cuerpos. Bowie yacía en su catre en una habitación del lado sur. Le habían disparado varias veces en la cabeza. Durante su vida, su viejo amigo Caiaphas K. Ham lo había descrito como «un caballero inteligente y cortés …, siempre muy cortés hacia las damas …, un amigo verdadero y generoso …, y un enemigo que nadie se atrevía a menospreciar y muchos temían.» Comerciante de esclavos, apostador, especulador de tierras, soñador y héroe, James Bowie al morir se convirtió en inmortal en la historia de Texas.
Referencias:
The Bowies and Their Kindred: A Genealogical and Biographical History _ Walter W. Bowie, 1899
“The Papers of the Texas Revolution, 1835–1836 – John H. Jenkins,1973
Early Life in the Southwest – The Bowies _ A. R. Kilpatrick, 1852
Archivo Histórico de Monclova
Contribución de: Willem Veltman, en colaboración con socios Arqueosaurios ~ Arnoldo Bermea Balderas, Juan Latapi O., Francisco Rocha Garza, Luis Alfonso Valdés Blackaller, Oscar Valdés Martin del Campo, Ramón Williamson Bosque.
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