SALTILLO, COAHUILA.-. En las ciudades, los terrenos o lotes baldíos son focos rojos por incendio. La acumulación de desechos como vidrio o plástico, así como de yerba, maleza y hojas secas se combina con las altas temperaturas y el descuido de los propietarios convirtiéndose en un riesgo de inicio y propagación de fuego, lo que pone en un estado de vulnerabilidad a la ciudadanía. Por ejemplo, en la capital del estado, la dirección de Protección Civil municipal reporta que se han tenido más de 350 incendios y conatos de éstos en terrenos baldíos y arroyos en lo que va del presente año. En la región Laguna, el Cuerpo de Bomberos de Torreón atendió en la pasada temporada de calor (2022) un promedio mensual de entre 180 a 240 reportes de incendio de lotes baldíos.
Ante esta problemática algunos ayuntamientos se han dado a la tarea de iniciar procesos de notificación a propietarios de lotes baldíos considerados focos de infección e inseguridad, para solicitarles realizar la limpieza requerida y evitar la proliferación de suciedad y el riesgo.
Por su parte, los riesgos de fuego en lugares de concentración humana como escuelas, oficinas, centros comerciales, industrias y fábricas se agravan por la falta de una cultura de prevención y desconocimiento de la tecnología que puede minimizar la pérdida de vidas humanas y bienes materiales. Ello a pesar de que la Ley de Protección Civil del Estado prevé que las empresas, sean industriales, comerciales o de servicios deberán contar con personal capacitado y sistemas contra incendios en óptimas condiciones
“La prevención de incendios es tarea de todas y todos (…) Sin embargo, también es indispensable promover una actuación responsable de la misma ciudadanía en sus actos, bienes y propiedades” destaca el diputado Raúl Onofre en el punto de acuerdo presentado.