Alberto Rojas Carrizales
-No hay de otra, hay que chambear- dice el trabajador municipal Urbano Guadalupe González mientras realiza labores de barrido a mano en céntricas calles de Monclova cuando el sol cae a plomo, dice que al menos durante 2 kilómetros empuja diariamente el carrito donde transporta el tambo en el cual almacena la basura recolectada en el turno de 7:00 a 13:00 horas.
Para blindarse de los calcinantes rayos solares que queman hasta sentimientos, Urbano Guadalupe usa ropa pre-invernal bajo temperaturas que a mediodía alcanzan al menos 40 grados centígrados a la intemperie, en junio rozaron los 50 grados. Aseguró que varios de sus compañeros se han desvanecido por síntomas de golpes de calor, aunque luego estabilizados por paramédicos.
Gorra, enormes gafas, cubreboca que cubre el resto del rostro, chaleco, camisa con mangas que cubren totalmente los brazos, guantes, – es que se trata de evitar que los rayos solares lastimen la piel- explica el barrendero del departamento de Limpieza Municipal refiriéndose a los agresivos rayos ultravioleta.
Nos protegemos todos, añade el trabajador, -cada quien busca la forma de protección de las inclemencias del tiempo donde estamos bastante expuestos en el horario de 7:00 horas a 13:00 horas, por eso desde antes del horario ya estamos jalando para avanzarle, nos están proporcionando suero oral como hidratante, pero yo prefiero el agua natural-
Desde mediodía el asfalto parece comal, la temperatura sube aceleradamente, entonces los trabajadores del departamento de Limpieza desafían las adversidades al igual que aquellos asignados a Forestación, Bacheo, Alumbrado, entre otros
Urbano Guadalupe, afirma que, no obstante que trabajadores municipales que laboran en la calle se han desvanecido, y otros con vértigos y mareos, todos ellos han sido estabilizados sin que se hayan registrado situaciones de hospitalización, tampoco decesos, siendo Monclova una de las zonas del país y hasta del mundo con mayor temperatura.