Alberto Rojas Carrizales
El otro ángulo de la catástrofe en Altos Hornos de México, es la afectación directa de casi una treintena de madres de familia que son empleadas administrativas en las secciones 147, 288 y Comité Ejecutivo Nacional del Sindicato Democrático, ellas enfrentan un vasto historial de semanas que no les pagan pese a que hay dinero en las capillas funerarias sindicales.
Familiares de las secretarias afectadas dijeron que justamente hace dos meses, el 16 de mayo anterior, la capilla funeraria de la Sección 288 fue cerrada luego de los graves disturbios callejeros entre grupos sindicales rivales, pero reabierta enseguida, quedando olvidado el reclamo obrero de cuentas transparentes.
Abundaron que lo mismo sucede en el caso de la capilla funeraria de la Sección 147 donde hay negrura en información de ingresos y egresos pese a que los trabajadores tienen derecho a estar enterados del estado financiero, ya que diariamente en ese establecimiento prestan servicios mortuorios a gente en general, no únicamente a obreros.
Mientras en la Sección 147 suman entre 16 y 18 las mujeres que ahí laboran, por otro lado, alrededor de 7 empleadas en la Sección 288, pero también hay personal de intendencia y vigilancia, por lo que suman alrededor de 30 personas afectadas, casi todas sin otra fuente de ingresos más que el salario que percibían, adicionalmente dos o tres plazas en el CEN.
Dijeron que el actual secretario General de la Sección 147, Néstor Torres Terrazas antes de asumir el cargo semanas atrás luego de la renuncia de Fidencio de León Montalvo, era precisamente el administrador de la capilla funeraria, mientras que en la Sección 288 está a cargo un trabajador de nombre Uriel.
Enfatizaron que las capillas funerarias de las secciones 147 y 288 son administradas como negocio personal, por lo que consideraron que, de las ganancias generadas, deben ser destinadas para pagar salarios a las secretarias y empleados, o cubrirles el finiquito correspondiente.