Luis Ángel Estrada
Nadie está exento de un hackeo y la prueba está en los funcionarios, empresarios, autoridades eclesiásticas y sociedad en general, siendo el más reciente caso el del Regidor de Seguridad Pública, Carlos Herrera Pinales que recientemente fue víctima de los delincuentes especializados en este tipo de delitos cibernéticos.
A través de Presidencia dieron a conocer el suceso el cual solicitan dinero a su nombre, pidiendo a los contactos del funcionario no hagan caso para que no caigan en el engaño.
Ha sido una constante de la actual Administración el que sufran por este mal, el más reciente fue el Director de Comunicación, Alfonso Garza, el pasado mes de diciembre también su cuenta de WhatsApp fue intervenida a pesar de que contaba con la verificación de dos pasos, los especialistas hicieron de las suyas y cumplieron su cometido. Por fortuna, logró recuperar su cuenta y la situación no pasó a mayores.
Otros funcionarios que también han sufrido por este delito cibernético son René Flores, Tesorero; Martín Jiménez, Director de Limpieza; José García, Director de Pensiones; Verónica Díaz, Directora de Eventos Especiales y el Director de Seguridad Pública, Raúl Alcocer.
Antes de asumir como primera autoridad monclovense, intentaron estafar al doctor Mario Dávila al recibir un mensaje de un supuesto amigo de Saltillo, notando algo extraño, buscó ponerse en contacto, dándose cuenta de que intentaban extorsionarlo ye n su momento logró hacer la denuncia correspondiente.
En su momento el Secretario de Finanzas de Coahuila, Blas José Flores Dávila, fue hackeado el viernes 21 de enero del 2022 con intenciones de cometer fraude. A través de sus redes sociales, el Alcalde Mario Dávila compartió una serie de capturas de pantalla en las que se observa a alguien usando el Facebook del titular de Finanzas para contactar a los alcaldes de otros municipios y pedirles “aportaciones”. Luego de que el alcalde de Monclova se diera cuenta de que el Facebook del secretario de Finanzas había sido hackeado, dio aviso a otros funcionarios para que estos evitaran enviar sus documentos a las personas que se hacían pasar por Blas José Flores Dávila.
Tampoco las autoridades que se dedican a predicar la palabra de Dios se salvan, en su momento el padre Eduardo Neri también su celular fue parte de los ciber-delincuentes, así como el Presidente de la CMIC, Eugenio Williamson Iribarren que el pasado mes de agosto su cuenta de WhatsApp pasó a ‘pertenecer’ a la gente que se dedica a esta clase de fechorías.