La tendencia de la película Barbie ha llegado a la gastronomía lagunera con el platillo de las ‘Barbiegorditas’, y es que están elaboradas con una masa de color rosa como el que caracteriza a la muñeca más famosa del mundo, eso sí, el mismo sabor de las gorditas de maíz rellenas de los guisos tradicionales de la región.
Sergio de Santiago Flores, propietario del negocio ‘Don Santos’, ubicado en el ejido El Olivo en Matamoros, Coahuila, compartió que además de dedicarse al restaurante, exportan productos de producción primaria y empezaron a elaborar churros de color verde de harina de nopal y rosas por la harina de betabel, de ahí surgió la idea.
¿CÓMO PREPARAN LAS ‘BARBIEGORDITAS’?
Se trata de un restaurante familiar que ofrece desayunos y las peculiares gorditas, de las cuales sus creadores comparten que el color rosado sale de una receta que ya tenían al mezclar la harina de maíz con extracto de betabel, un colorante natural que no le aporta sabor alguno a la porción.
“De la mezcla de la harina con el betabel fue donde salió la coloración en rosa, por lo que en el restaurante empezamos a meter la harina de ese color con todo lo que salió de la película de Barbie y la verdad es que ha funcionado muy bien por toda la euforia que ha generado”.
Afirmó que, aunque pareciera que el gusto por Barbie está en las niñas, son las y los jóvenes los clientes más frecuentes al pedir las ‘Barbiegorditas’, esto luego que en la mayoría de los comensales suelen ser adultos mayores. “El grueso de nuestros clientes en el restaurante son adultos mayores, casi el 70 por ciento, pero ahora con esto de la Barbie han acudido muchos jóvenes a consumirnos y lo primero que piden son las ‘Barbiegorditas’”.
Para variar, también ofrecen las ‘Barbietortillas’ que se buscan para acompañar los desayunos o para unos buenos tacos de guiso. Asimismo, para acompañar la comida ofrecen agua de guayaba, con lo que se forma un platillo totalmente ad hoc con la película que se estrenará este 20 de julio en cines y que en muchas regiones genera este tipo de ideas.
“Tratamos de aprovechar la mercadotecnia que hay a nuestro favor y la simple coloración que ya elaborábamos fue la que nos dio la idea ahora que salió todo sobre la película. A los clientes se les explica de dónde toma el color la gordita, sin conservadores y que es colorante natural del betabel, el cual no aporta ningún sabor”, añadió el propietario.
