El carbón que se produce en Coahuila podría utilizarse como uno de los principales componentes de las baterías recargables de vehículos eléctricos, hecho que ayudaría no sólo al rescate de Región Carbonífera, sino también representaría un positivo impacto ambiental, ya que disminuiría las emisiones contaminantes a la atmósfera, reduciendo los efectos del cambio climático.
La información es parte de una investigación que se realiza en el Laboratorio de Conversión de Energía del Cinvestav Saltillo, mismo que busca concretar el potencial del carbón mineral de Coahuila para aplicaciones sustentables.
Explican que los investigadores han experimentado con la modificación del carbón mineral como electrodo de sistemas electroquímicos para la generación y almacenamiento de energía limpia, es decir, baterías que pueden utilizarse en los coches eléctricos.
Datos económicos indican que la industria del carbón generó en 2019 cerca de seis mil 500 empleos formales, con una demanda estimada de cerca de 18 mil millones de pesos, casi la mitad se destinó a la generación de electricidad y la otra parte a la fabricación de coque a carbón metalúrgico para la producción de acero, que actualmente está en crisis por los problemas de AHMSA.
Por lo tanto, en Coahuila la investigación tendría un gran y positivo efecto, porque la región Sureste se consolida el Clúster Automotriz de Autos Eléctricos, y la instalación de nuevas plantas proveedoras de baterías.
Mientras que en la Carbonífera más de 160 mil habitantes de la región en distinta medida de la extracción de carbón mineral para venderlo a la CFE que lo ocupa en la generación de energía eléctrica en las plantas carboeléctricas del municipio de Nava.
Un comunicado del Cinvestav explica lo siguiente: “En México, existen tres centrales que utilizan carbón para producir electricidad, dos de ellas se ubican en Coahuila (el estado que cuenta con las reservas más grandes de carbón mineral del país) y de acuerdo con datos de la Comisión para la Cooperación Ambiental de México, son las principales responsables a nivel nacional de lluvia ácida (precipitación que presenta elevadas concentraciones de ácido sulfúrico y nítrico) y mala calidad del aire que perjudica la salud humana”.
“Las modificaciones que hacemos tienen como prioridad ser de bajo impacto ambiental, escalables y de poco consumo de energía. Lo cual permitirá reducir la huella de carbono derivado de los procesos. Hemos evaluado el carbón mineral modificado como electrodo de celdas de combustible o en baterías de nueva generación, y los resultados preliminares indican que el carbón mineral tiene potencial para ser usado en estas aplicaciones sustentables”, declaró Ivonne Liliana Alonso Lemus, investigadora adscrita al Cinvestav Saltillo.
“Se puede producir energía limpia a partir de un combustible fósil, una opción es la de aprovechar este abundante recurso como materia prima en la fabricación de electrodos de baterías y en tecnologías del hidrógeno”, explicó la investigadora de Cinvestav Saltillo.