Por: Fabiola Sánchez
CUATRO CIÉNEGAS, COAHUILA. – «Al menos se dónde estará, duele porque ningún padre quiere perder a sus hijos, pero hay quienes los pierden y jamás los localizan y eso duele aún más, no saber si viven o están muertos», expresó Cándido Ibarra Olguín padre de Diego, una vez que identificó el cadáver de su hijo, quien fue localizado a 800 metros de distancia de donde encontraron los restos de los otros tres jóvenes.
Hasta que no vio personalmente el cuerpo de su hijo, don Cándido aceptó que era Diego quien lamentablemente perdió su vida en busca del sueño americano.
Fue por la tarde del domingo que el padre del joven cieneguense se trasladó hasta el lugar donde fue localizado su hijo para identificar el cadáver y una vez que lo reconoció las autoridades procedieron con el levantamiento del cuerpo para luego ser trasladado a una funeraria en Palaú, municipio de Melchor Múzquiz.
Informó que, nunca perdió la esperanza de localizarlo con vida, pero conforme pasaron los días la familia se resignaba al menos encontrarlo, ya que cada vez crecía más la angustia y tristeza.
Resaltó que, hubiera sido aún más doloroso para la familia si no hubieran localizado y vivirían siempre con la carga de conciencia de pensar si su hijo vivía o no, tal es el caso que enfrentan las familias de personas desaparecidas.
Comentó que, será hasta el día hoy que le sea entregado el féretro de su hijo, para despedirlo y dar cristiana sepultura.
Como se recordará, este sábado, la Fiscalía de Personas Desaparecidas de Coahuila, dio a conocer que el cuerpo de Diego Ibarra, había sido localizado sin vida, ubicando con ello a los cuatro migrantes coahuilenses que lamentablemente fallecieron en su intento por irse a los Estados Unidos.