Por Antonio Zamora
El murciélago ordinario vuela por todos lados durante la noche…
Es una criatura sumamente hábil en el aire, no puede elevarse desde un lugar a nivel del suelo…
Si se le coloca en el suelo en un lugar plano, todo lo que puede hacer es arrastrase indefenso y, sin duda, dolorosamente, hasta que alcance algún sitio ligeramente elevado del cual pueda lanzarse hacia el aire…
Entonces, inmediatamente despega rápidamente…
La abeja, al ser depositada en un recipiente abierto, permanecerá allí hasta que muera, a menos que sea sacada de ese lugar…
Nunca ve la posibilidad de escapar que existe por arriba de ella, sin embargo persiste tratando de encontrar alguna forma de escape por los laterales cercanos al fondo…
Seguirá buscando una salida donde no existe ninguna, hasta que termina destruyéndose a si misma…
Las personas, en muchas formas, somos como el buitre, el murciélago y la abeja…
Lidiamos con nuestros problemas y frustraciones, sin nunca darnos cuenta que todo lo que tenemos que hacer es mirar hacia arriba…
Esa es la respuesta, la ruta de escape y la solución a cualquier problema: ¡Sólo mira hacia arriba!
La tristeza mira hacia atrás, la preocupación mira hacia alrededor, pero ¡La Fe mira hacia arriba!
Confía en Dios y vuelve a rezar. Reza y vuelve a confiar…
Porque afanarse tanto por el mañana.. ??
Cuenta la leyenda que un relojito que acababa de ser terminado por el relojero, fue puesto en una repisa en la bodega, junto a dos relojes mayores que estaban muy ocupados marcando los segundos con su tic tac…
Bien: dijo uno de los relojes al recién llegado, de modo que te has iniciado en este trabajo?
Lo siento por ti. Ahora estas dando tú tic tac con mucho entusiasmo, pero ya te cansarás cuando hayas marcado treinta y tres millones de tic tacs…
-!Treinta y tres millones de tic tacs!, dijo asustado el nuevo relojito…
!Yo jamás podré hacer eso! e inmediatamente se detuvo desesperado…
-No seas necio – le dijo el otro reloj en ese momento-. ¿Por qué prestas oídos a tales palabras?.
La cosa no es así. Lo único que tienes que hacer, es dar un tic tac en este momento…
Eso es fácil, ¿verdad?. En seguida das otro, lo que es tan fácil como el anterior, y así sucesivamente…
!Ah! Si eso es todo – gritó el relojito-, se hace fácilmente. Así, que ¡aquí voy!.
Y comenzó con nuevo entusiasmo a hacer tic tac a la vez sin pensar en los meses, ni en los millones…
Al final de un año, había hecho 33.000.000 de vibraciones sin darse cuenta de ello…
Queridos amigos y amigas, esforcémonos por vivir plenamente el momento que nos corresponde y no el año completo de una vez…
Si las promesas de Dios no se han agotado pese a los miles de años transcurridos , por qué afanarnos tanto por el mañana…
UNA BUENA CONTESTACIÓN CUANDO NUESTROS HIJOS NOS DICEN QUE LOS TIEMPOS CAMBIAN…..
Durante una conferencia sobre las grandes diferencias entre generaciones, un presumido estudiante se tomó la molestia de explicarle a un señor mayor sentado cerca de él, por qué le es imposible a la vieja generación comprender a su generación:
“Usted creció en un mundo diferente, realmente casi primitivo”, dijo en voz lo suficientemente alta para que lo escucharan alrededor…
“Los jóvenes de hoy crecimos con televisión, internet, teléfonos celulares, aviones jet, viajes al espacio…
Nuestras sondas espaciales han visitado Marte. Tenemos naves con energía nuclear y autos eléctricos y de hidrógeno. Computadoras con procesos de velocidad de la luz.. y más”…
Luego de un breve silencio el señor mayor respondió: “Tienes razón, hijo mío; nosotros no tuvimos esas cosas cuando éramos jóvenes…
¡Así que las inventamos!
Ahora, dime arrogante pendejo, ¿qué estás haciendo TÚ para la próxima generación?”
¡El aplauso fue ensordecedor!
NOS LEEMOS MAÑANA…