La más pequeña de 3 hermanos, hoy se unió al mismo nivel que ellos e inició su primer grado en primaria; Patricia Danaé Juárez Ballesteros, ayer vivió su primer día de clases en un nuevo nivel académico y su horario cambió, ahora con 1 hora menos de sueño fue la última en terminar sus preparativos, pues aún tiene que ser auxiliada por su mamá.
Después de que únicamente 1 de los 3 años correspondientes al jardín de niños fuese de manera presencial, ‘Dana’ expresó que, se sentía bien de pasar a un nuevo grado, pero estaba nerviosa, no sabía cómo era esta nueva etapa y aunque sus hermanos ya pasaron por el mismo proceso, no le habían dicho nada de la primaria.
“Que no esté tan nerviosa, te puedes poner nervioso, pero ya en algunos grados más tarde porque esos sí ya son más difíciles, el primero no te pone nervioso” respondió Juan Manuel, el hermano de en medio, al ser cuestionado al momento de prepararse para ir a la escuela, pero no estaba seguro de sus palabras, ya que él se integró durante la pandemia y ya conocía a sus compañeros previamente.
Cinthia y Juan Manuel, continuaron con su rutina distantes de Dana, ya es algo conocido para ellos, en cambio la más pequeña de la familia aún se veía desconcertada, iba varios procesos atrás y se tomaba su tiempo para desayunar, esperando no mancharse su ropa, aunque aún no era el uniforme escolar, pues éste era el último paso de su preparación.
“Ella no lloró (al entrar al kínder), ella dice que va a la escuela porque va a ver a sus antiguos amigos y a conocer unos nuevos (…) casi la mayoría pasa directo del kínder a la escuela” comentó Cinthia Ballesteros, su madre, pues la característica de Danae es ser muy sociable y al ingresar a una escuela inmediatamente al frente de su anterior jardín de niños, volvía con mucha gente conocida.
La escuela ‘Libertad’ ubicada en la colonia Tierra y Libertad es donde ella cursará su educación primaria; es un camino conocido, puesto que anteriormente era el kínder ‘Justo Sierra’ frente a lo que es su actual escuela, sin embargo, sabía que era un nuevo comienzo, pero eso no le restó su entusiasmo por querer iniciar sus clases.
Sus hermanos se retiraron con su papá a la escuela cerca de las 7:30, ellos ya sabían a qué salones irían y los compañeros que tenían, en cambio, Danaé se quedó 15 minutos más, aún restaba que su mamá le pusiera el uniforme y posteriormente, acompañara hasta la escuela, no sólo al portón sino hasta a su nuevo salón, puesto que, ella también tenía la incertidumbre del nuevo inicio.
Durante el camino, sin ninguna conversación muy duradera entre madre e hija, llegaron al plantel educativo y entre toda la aglomeración de padres de familia se abrieron paso; sin reparo, aprovechando el conocimiento de la institución de su madre, rápidamente ingresaron al plantel para ubicarla finalmente en su aula, que finalmente su mamá confirmaría, entró con alegría al salón esperando iniciar su nueva etapa.