La Juzgadora le designa un abogado de oficio para que lo defienda
Alexis Massieu
La Prensa
Luego de 3 audiencias sin contar con un defensor, a la juzgadora que está resolviendo el juicio en contra del presunto secuestrador, José Loami, alias “El Lomas”, le quedó claro que el abogado Hugo Cesar Fraire, dejó abandonado el caso, designándole en consecuencia, un abogado de oficio para que lo defienda.
Fue el día de ayer, que en vano, y por tercera ocasión, José Loami, alias “El Lomas”, presunto multi-homicida con juicios en curso, por las presuntas ejecuciones, de un hombre en Acuña, y de una familia entera, fue trasladado desde el penal de Piedras Negras al Centro de Justicia Penal en Ciudad Frontera.
Eran las 11:36 horas cuando se dio inicio a la audiencia de carácter intermedia, cuya finalidad era la de hacer todos los preparativos con miras a la celebración de un juicio oral, la cual, no se pudo llevar a cabo, porque el abogado del imputado no se presentó, como ya había ocurrido en las últimas 2 audiencias, el cual, en su momento manifestó, que la familia del “Lomas”, lo había despedido.
Debido a que el defensor recién nombrado no conocía nada sobre el caso, y a que es derecho del imputado el poder designar a un abogado particular, al supuesto líder de una banda de polleros que operaba en Ocampo, Acuña y Múzquiz, se le concedieron 3 días para designar uno nuevo, y 21 días para que el defensor de oficio se ponga al corriente de todo lo que hay en el expediente.
Como se recordará, fue el 21 de septiembre que José Loami, fue presentado ante un juez penal, y vinculado a proceso, tras ser acusado por el secuestro agravado de Gerardo Leonel Wizlar, cuyo cuerpo fue encontrado tiempo después al fondo de una mina abandonada.
Como se recordará, los lamentables hechos ocurrieron el 27 de febrero del 2019, cuando presuntamente acompañado de cuatro hombres armados, “El Lomas”, llegó a la casa de su víctima en el ejido San Miguel, del referido municipio de Ocampo, no sin antes amenazar a la madre de Gerardo Leonel, de que no dijera nada, apuntándole con un arma en la cabeza.