Muchos de nosotros solemos darle un tercer uso al escritorio lejos del que fue diseñado: clóset, perchero, o comedor
EL HERALDO DE MEXICO. El escritorio es la combinación entre un tipo de mueble y una clase de mesa, es usado frecuentemente en el entorno laboral o personal para leer y escribir sobre él, sin embargo, muchos de nosotros solemos darle un tercer uso: clóset, perchero, o comedor. Aunque no debería ser así, resulta fácil colocar ahí las pertenencias y pensar en acomodarlas después, pues probablemente hayas tenido un día difícil en el trabajo y lo único que quieras en ese momento es descansar. Así pasan los días, semanas, inclusive meses y la promesa de arreglar el bulto de objetos no se cumple.
Es entonces cuando llega desorden, el cual puede definirse como un estado de confusión o alteración de algo: espacios públicos, hogares o en el propio aspecto. Seguramente, por lo menos alguna vez en la vida todos hemos convido con alguien desordenado o uno mismo lo es. Más allá de ser una simple característica de personalidad, tiene un significado mucho más profundo.
¿Qué significa tener desorden en el escritorio?
Algunos expertos en la conducta humana aseguran que cuando una persona comienza a ser desordenada se debe a diversos motivos, como estrés, apatía, problemas de comunicación o incluso depresión. Además, algunos otros interesados en el tema aseveran que no tiene el mismo significado tener desorden en la habitación, en la sala o en la oficina.
Para la coach y terapeuta Vero Banega, el acumulamiento de cosas en el hogar y el desorden están relacionados a diferentes clases de miedos: como miedo al cambio, miedo, a ser olvidado o a olvidar, miedo a la carencia, que a la vez simbolizan confusión, falta de enfoque, caos, inestabilidad y puede significar incertidumbre acerca de tus metas o identidad.
En ocasiones, no disponemos del tiempo suficiente para arreglar la habitación, incluyendo el escritorio, dejando que se acumulen objetos, ropa ya sea sucia o limpia, trastes que trasladamos desde la cocina, artículos de limpieza personal, libros, útiles escolares o herramientas de trabajo. Más allá de la presunta falta de tiempo, existen otras causas por las cuales no arreglamos el tiradero de, en este caso, el escritorio.
«Si hay desorden en el escritorio o área de trabajo, el mensaje es de frustración, miedo y necesidad de controlar las situaciones», asegura la terapeuta.
La coach menciona que independientemente del tiempo que tengamos para ordenar, o del espacio que tengamos en la casa, el desorden está mostrando algo más. Lo anterior deriva en un problema que crece como una bola de nieve y que es importante saber detectar para conseguir un hogar agradable y sentirnos bien en nuestro propio entorno.
Por otro lado, la Universidad de Harvard confirmó que el entorno físico del lugar donde habitamos o trabajamos tiene un efecto significativo, pues «cuando nuestro espacio es un desastre, nosotros también». De acuerdo con la prestigiosa institución, tener desorden en la habitación influye significativamente en la cognición, emociones y comportamiento, afectando nuestra toma de decisiones y nuestras relaciones con los demás.
«Los espacios desordenados pueden tener efectos negativos en nuestros niveles de estrés y ansiedad, así como en nuestra capacidad de concentración, nuestras elecciones de alimentación y sueño», se lee en la publicación de la prestigiosa institución.