Se agota el plazo para que el Gobierno Federal se abra a la propuesta de Alonso Ancira, de tomar acuerdos con los inversionistas
Alberto Rojas Carrizales
LA PRENSA
El 22 de agosto, Alonso Ancira prendió el ánimo entre el personal minero y siderúrgico de AHMSA y Minera del Norte al anunciar que en dos semanas la empresa estaría en condiciones de pagar salarios atrasados con los nuevos inversionistas interesados en comprar su paquete accionario, pero ahora una vez agotado el plazo, el entusiasmo está indefinidamente desinflado.
La bolsa a ser dispersada sería de 420 millones de pesos entre alrededor de 7 mil 500 sindicalizados de minas y siderúrgicas, y cerca de 3 mil 500 empleados de confianza quienes tienen meses sin recibir salarios, pero para esto el Presidente Andrés López Obrador tendría que recibir al grupo inversor que comprará el 55 por ciento de acciones que en AHMSA posee la familia Ancira.
El objetivo de esa reunión entre el fondo financiero- Argentem- y el Gobierno Federal sería para acordar la reestructura de deuda de Altos Hornos de México estimada en 5 mil millones de pesos con dependencias federales como IMSS, Pemex, SAT, CFE, e Infonavit y además generar un acuerdo donde la autoridad garantice la confianza a la inversión de mil millones de dólares.
Además, que el Gobierno Federal retire los cargos a AHMSA y Alonso Ancira por supuestas operaciones con recursos de procedencia ilícita por el caso Agronitrogenados, ya que además que se pagó el 50 por ciento del acuerdo reparatorio, los cargos vigentes ahuyentan inversiones en la empresa por temor de los interesados en que también sean acusados de esos supuestos.
Con 18 semanas sin recibir salario en Altos Hornos de México, tampoco prestaciones como ahorro, vacaciones, entre otros conceptos, los trabajadores sindicalizados al igual que los empleados de confianza en grandes cantidades laboran temporalmente informal en otras actividades de la industria y el comercio.
El Sindicato Democrático dijo que una opción es permitir el ingreso de la empresa a sus instalaciones para que vendan mineral y chatarra y que obtenga recursos para pagar, aunque sea parcialidades al personal.