Psicólogo imputado se defiende y alega que a la hija de quien lo acusa le dio un beso en el cuello, y con la madre sostenía una relación extramarital
Alexis Massieu
La Prensa
Un beso en el cuello a una de sus pacientes, que es menor de edad, y el supuesto temor que le infunde a la madre de la afectada, con la que presuntamente sostuvo una relación extramarital, son los motivos por los que el psicólogo de la Clínica 51, Suriel Azael “N”, continúa privado de su libertad, a 3 meses de ser llevado por primera vez ante un juez penal, por un doble caso de abuso sexual.
Tras la primera audiencia llevada a cabo el 16 de junio, y una segunda acusación en su contra, hecha el 23 de agosto, los intentos de demostrar la inocencia de Suriel Azael “N”, y convencer tanto, al juez local, como a uno del fuero federal, continúan por parte de la defensa del acusado, al grado de que el próximo lunes, podrían ordenar su salida de la cárcel, vía un juicio de amparo.
El argumento con el que se está tratando de acreditar que Suriel Azael “N”, no debería estar en prisión, es que siendo, aún inocente (hasta que no se demuestre lo contrario), con otra medida cautelar como la del brazalete electrónico, y la de no acercarse a las víctimas y a sus domicilios, sería suficiente para garantizar su seguridad.
Sin embargo, hasta el día de ayer, esa propuesta, no ha sido suficiente para convencer al juez, de que volviendo a las calles, el psicólogo no representa ningún riesgo para quienes lo denunciaron, máxime si se le ordena dejar de ejercer su función como médico mientras se resuelven los dos procesos penales que tiene en su contra, el 731, y el 41/2023.