Originario de Candela, deja un gran ejemplo en Nuevo León, como un Gran Ser Humano, un Ejemplo a Seguir.
Por: Óscar Ballesteros
La Prensa
Como un hombre trabajador, disciplinado, buen esposo, padre y abuelo, será recordado Gilberto Ramírez Menchaca, quien falleció a los 86 años, el pasado 25 de agosto, a poco menos del mes, se le recuerda en su obra al gran coahuilense.
El vecino de Contry La Silla nació en Candela, Coahuila, el 21 de septiembre de 1936. Sus padres fueron Lydia Menchaca de Ramírez y Rodolfo Ramírez Martínez.
Tuvo como hermanos a Guilbardo, Rodolfo, Rita, Blanca Elia, Viola, René, Matías y Artemio.
Encontró el amor en Evelia Cantú de Ramírez, a quien conoció en 1966 en un baile donde ella fue de invitada, junto a su familia, y él era maestro de ceremonias.
Luego de varios meses de noviazgo, la pareja contrajo nupcias el 22 de enero de 1967, en la Parroquia de San José Obrero.
Juntos procrearon a Gilberto, Héctor, Pablo, Ivonne y Lizeth. Tuvo ocho nietos.
En lo laboral, en la adolescencia, Gilberto trabajó como peluquero y comerciante en Candela, Coahuila, junto con su padre. Luego de asentarse en Monterrey siguió con el oficio de peluquero, más tarde se fue a ventas en almacén El Porvenir y luego a ventas en Maderera Nacional.
También trabajó en radio y televisión, en un noticiero, y participó en su programa «El Mundo del Automovilista».
Fundó, junto a su esposa, «Creaciones Infantiles Ivonne», «Creaciones Infantiles Lizeth» y el edificio Ramírez.
Entre sus hobbies disfrutaba de jugar golf, ver televisión y viajar a Cancún, Las Vegas y su puedo natal.
Gilberto escribió tres libros: «Más Allá de los Nombres», «Más Allá de los Apellidos» y «Un Instante en el Umbral».
Sus perritas «Chumina», «Nera» y «Chiquita», tres Shih Tzu, lo acompañaron durante sus últimos años.
Su legado de amor vivirá en el corazón de sus seres queridos.
SE QUEDA EN SUS CORAZONES
«Las innumerables anécdotas y vivencias compartidas son un testimonio de tu grandeza. Tu amor y dedicación a la familia, incluyendo a tus padres y hermanos, dejaron huellas profundas. Tu fe y amor inquebrantables hacia mamá inspiraron a todos. Aunque ya no estés, tus consejos y sabiduría permanecen en mí».
Gilberto Ramírez Cantú, hijo
«Siempre recordaré a mi padre por su gran capacidad de enfrentar las adversidades, por su curiosidad de aprender cosas nuevas y la entrega desinteresada a sus hijos, padres y hermanos. No se conformaba con nada. Lo voy a extrañar siempre».
Héctor Omar Ramírez Cantú, hijo
«Gracias por tu gran vida y tus enseñanzas. Gracias por tantas hermosas platicas, experiencias y vivencias. Gracias por permitirme disfrutarte tanto. Gracias por tu gran sonrisa y abrazo apretado cada mañana».
Pablo Ramírez Cantú, hijo
«Siempre serás un ejemplo para mí de perseverancia, trabajo, entrega, innovación. Lograste todo lo que te propusiste en la vida, nos impulsaste siempre a ser mejores y no tener miedo a nada. Duele ya no gozar de tu presencia física, pero sé que ya estás junto a tu viejita linda».
Ivonne Ramírez Cantú, hija
«Te voy a recordar por tu disciplina, perseverancia, por tus ganas de superarte y por ser una persona trabajadora, optimista, con la mejor platica. Gracias por tus consejos, por tu amor y tus ganas que siempre fuéramos mejores personas. Nunca olvidaré tu frase: «Pídele a Dios que te muestre el camino que debes seguir».